La boda de Elena Furiase y Gonzalo Sierra no solo fue el broche de oro de su historia de amor sino también la ocasión que eligió Rosario Flores para presentar en sociedad a su hija, Lola Orellana. De inmediato los ojos de todo el mundo se posaron sobre ella. Pero ¿quién es realmente esta niña de 24 años que ha mantenido su anonimato a pesar de pertenecer a una de las familias más reconocidas del país?
Lola es fruto de la relación de su madre con Carlos Orellana, un noviazgo que terminó al poco tiempo del parto. Su nombre, como se puede suponer, se lo debe a su abuela, Lola Flores, que falleció un año antes de que ella llegara al mundo. La decisión de permanecer lejos del foco mediático tuvo que ver con una decisión de sus padres, como la propia Rosario ha sabido explicar: "Si de algo estoy orgullosa es de que a mis hijos no los conoce nadie. Ser famosa te marca. Y para mí sería muy egoísta hacerles a ellos famosos. Yo no he sido libre nunca".
Igualmente, que pueda disfrutar del anonimato y no deba seguir el "mandato familiar", no quiere decir que no tenga una faceta artística o reniegue de ella. Basta con ver su perfil de Instagram para notar que es una artista, con todas las letras. Ama dibujar, canta, toca diferentes instrumentos, es aficionada a la fotografía y, en cada una de las imágenes que comparte, se aprecia un toque personal, una vida repleta de color y alegría.
Sin embargo, a pesar de que sus dotes están allí, su futuro no parece ir por ese lado. Ha estudiado actuación y pronto estrenará una película, aunque su gusto realmente pasa por el detrás de cámara. En ese rol, ha trabajado como asistente de dirección en Juego de Tronos, asistente de casting en Dime quien soy de Movistar+ y realizado algunas colaboraciones para El Deseo, la productora de Pedro Almodóvar.
Quizás ahora, con un poco más de exposición pública, la vida de esta niña comience a cambiar poco a poco. Si esto sucede o no, no le afectará demasiado, ya que indirectamente ha convivido con la fama y no le cuesta, ni reniega de ella. Habrá que ver si en las próximas semanas se termina transformando en un personaje habitual de nuestra querida España.