Hay personas que afirman que estamos hechos de nuestros recuerdos, de aquellos momentos que guardamos "en un rincón, en un papel o en un cajón", como canta Joan Manuel Serrat. Por eso, en esta nota, vamos a ver cuáles son las tres grandes fotografías que definen la vida de Rocío Jurado, una de las artistas más reconocidas y amadas de toda España.
Los escenarios
Esta foto es de una de sus primeras presentaciones, en la década del sesenta, pero poco importa la fecha. Ella, espléndida frente a un micrófono con un largo vestido, una banda detrás y un público que se maravilla al escucharla. La imagen se ha replicado una y otra vez a lo largo de sus más de cuarenta años de carrera. Rocío Jurado es una con los escenarios y los escenarios son uno con Rocío Jurado.
Su casamiento con Pedro Carrasco
Pedro Carrasco ha sido una de las personas más importantes de su vida. No solo fue el padre de su hija, sino también un compañero que estuvo a su lado siempre, incluso después de que el matrimonio se hubiese terminado. El día de la boda con él, todo Chipiona se agolpó en la puerta de la iglesia para celebrar su unión. Por eso, esta es una de las fotografías que marcan su vida, porque reúne dos elementos imprescindibles de su historia: su primer gran amor y la admiración y cariño de su pueblo.
Su familia
Rocío era una matriarca. Su casa era la de toda su familia y las puertas estaban abiertas de par en par para quien quisiera visitarla. En esta foto - que corresponde al bautismo de Gloria Camila - se la puede ver rodeada de algunas, solo de algunas, de las personas que más amaba y por las que era capaz de dar su vida.