La historia de amor entre Bertín Osborne y Sandra Domecq fue bastante complicada. Tras once años de casados y cuatro hijos, lo que comenzó de manera espectacular en su tres años de relación como novios, terminó en tragedia. En 1977 se celebró la ceremonia de su boda en la iglesia de San Miguel de Jerez, un 9 de julio. Los dos tenían muchas cosas en común, compartían amistades, espacios y pertenecían al mismo círculo social. Ambos de familias aristocráticas andaluzas. Todo comenzó en un fiesta de una de las hermanas de Bertín, según contaría después Sandra. Si bien toda la vida se habían visto, solo fue hasta ese día que sus caminos se cruzaron. Marcos, uno de los hermanos de la Domecq, era el mejor amigo del músico. Sin embargo, en 1984 su hermano sufrió un accidente de coche en el que murió. Posteriormente, el cantante le dedicó el tema Amigos, en el que se evidencia el fuerte lazo de hermandad entre los dos.
Bertín fue el amor de toda la vida para Sandra, ella misma admitió que desde su niñez tuvo deseos de casarse con él y tres años después de iniciar su noviazgo pudo cumplir su sueño. Para el día de la boda el músico tenía 22 años y ella 23. Llevaba, además, a su primer hijo en su vientre. Lució una corona de flores sobre los rizos y una túnica amplia con detalles en azul. El novio lucía un chaqué de rigor. Después del matrimonio ella dejó su trabajo como azafata en Madrid y se dedicó a su hogar. Pero no resultó ser la historia soñada, Cristian, su primer hijo, falleció a los 20 días de nacer, debido a una malformación en el hígado y murió en los brazos de su padre. No obstante, la alegría volvió al hogar con la llegada de Alejandra.
Los tres vivían en la casa de invitados de la gran finca familiar de los Domecq. El padre de Bertín era conde y, por lo tanto, su familia era muy acomodada. Su niñez transcurrió entre Madrid, Jerez y Sanlúcar de Barrameda. Su aspecto era el del típico señorito andaluz con ricillos hacía atrás, además se podía dedicar de forma tranquila a la equitación, el pádel, el golf y el mar. Pero su fama llegó cuando decidió dedicarse a la canción. Pasó por discotecas donde cantó country y crooner, hasta que en 1981 su primer disco fue un éxito: Amor mediterráneo.
Como cantante, Bertín no solo se hizo famoso, sino también muy cotizado entre las mujeres, con las que se desenvolvía por su encanto personal y físico. Incluso, se extendió el rumor de un posible affaire del artista con Ana Obregón, cerca de la época en que era novio de Sandra. El presentador se pavoneaba de ser mujeriego y aceptó sus romances con Bárbara Carrera, entre otras mujeres que iban apareciendo en sus viajes. Su esposa sabía que él le era infiel, pero simplemente se hacía la desentendida, para seguir construyendo una familia.
Sin embargo, en 1986, la llegada de Eugenia cambió las cosas. La situación en la que Sandra omitía las infidelidades de Bertín se hizo insostenible. Pronto los rumores de divorcio y separación aparecieron en la prensa, junto a un nuevo posible romance entre el cantante y la modelo Mónica Schwartz, con la que solo se sostenía una "gran amistad" de puertas afuera. No fue la única, por supuesto, después la protagonista de la nueva aventura era la princesa Sofía de Habsburgo. Toda la prensa lo sabía, todo el país lo sabía, su esposa lo sabía, pero eran otros tiempos.
Solo hasta 1988 y cuando Sandra estaba embarazada por tercera vez se anunció la separación del matrimonio. Sin embargo, era él quien tomaba la decisión y públicamente aceptaba toda la culpa. Lo único que negaba es que fuera por otra mujer. Nadie hasta el día de hoy sabe con certeza si fue Mónica la causante de la ruptura. Cuando nació Claudia el matrimonio ya se había disuelto. Por la vida de Bertín pasaron muchas mujeres, entre ellas Brigitte Nielsen, Gabriela Sabatini, Mar Flores y Arianne Brown.
Todo cambió para él cuando su faceta de cantante se opacó y pasó a ser presentador para el programa Contacto con tacto, cuando Telecinco todavía era Tu cadena amiga. Corría el año de 1993 y Sandra se casaba de nuevo con el empresario Fernando Portillo. Bertín estaba indignado por no haberse enterado del enlace. Su matrimonio no duró sino tres años y ella volvió a su vida discreta en Jerez. En 2004, un cáncer terminó con su vida, mientras Osborne seguía en sus interminables relaciones secretas a las que se seguían sumando nombres famosos como Paloma Lago, Lolita, Sonia Arenas e incluso Terelu Campos, hasta que en 2001 conoció a la modelo venezolana Fabiola Martínez, con quien se casó en 2006 y de quien se separó en enero de 2021.