El sábado pasado tuvo lugar uno de los eventos más esperados para el clan Flores, que se reunió para ser testigo de la boda de Elena Furiase y Gonzalo Sierra. Lola Orellana, hija de Rosario Flores y del chileno Carlos Orellana, era una de las invitadas más esperadas de la velada.
Al llegar a Vejer de la Frontera (Cádiz), la cantante dedicó unos versos a los novios desde el coche en el que viajaba junto a su hija, con quien mantiene una relación de mucha cercanía, tal como se ha notado al verlas compartiendo esta fecha tan especial. Si bien la joven de 24 años se mantiene un tanto alejada del foco mediático, las expectativas estaban por los cielos, a la espera de poder captar un vistazo de su look.
Lola Orellana es uno de los miembros más desconocidos del clan Flores. Ella prefiere llevar una vida alejada de los medios, de los escenarios y de las alfombras rojas, y su madre Rosario ha querido que sea así. "Si de algo estoy orgullosa es porque a mis hijos no los conoce nadie. Ser famosa te marca. Y para mí sería muy egoísta hacerles a ellos famosos. Mi hija, por ejemplo, ahora está trabajando en cine. Puede trabajar de lo que quiera porque no la conoce nadie. Yo no he sido libre nunca", dijo sobre ella en una entrevista emitida en televisión en febrero.
En cuanto a la relación personal que mantiene con su familia materna, Lola es una declarada fan del trabajo de su familia, especialmente de su madre. Cada vez que tiene la ocasión, le gusta acompañarla en sus conciertos y proyectos musicales.