Mick Brigden, el director de giras de los Rolling Stones y Bob Dylan, falleció de manera sorpresiva el pasado martes 7 de septiembre. Su esposa, Julia Dreyer Brigden, relató cómo se sucedieron los desafortunados e insólitos hechos en los que su marido de 73 años perdió la vida.
Mick se encontraba en el jardín de su casa en Santa Rosa, California, cavando una tumba para el perro de la familia cuando sufrió una emergencia médica por la cual debió ser trasladado de urgencia a un hospital donde murió. Julia, en diálogo con TMZ expresó que mientras su esposo cavaba la tumba “algo sucedió y el agujero se derrumbó”.
La mujer resaltó que se trató de un desafortunado y un tanto extraño accidente en el que Bridgen falleció casi de manera inmediata. Un vecino que fue testigo de lo sucedido, se comunicó rápidamente al 911, pero cuando el servicio de emergencias arribó al lugar ya era demasiado tarde y la vida de Mick no pudo salvarse.
Para sumarle misticismo a la historia, el animal para el que Mick se encontraba cavando una tumba, un pastor australiano de 14 años llamado Travis, fue sacrificado dos días después de la muerte de su dueño, ya que se encontraba en un estado de salud muy malo y ya no lograba alimentarse por sí mismo.
Mick comenzó su carrera como promotor de conciertos y trabajó con Van Morrison, Joe Satriani, Humble Pie, Peter Frampton y Carlos Santana. Además, fue uno de los fundadores de Wolfgang Records, el sello que produjo discos de gigantes de la música como Eddie Money.