El sábado pasado era un día más para Ibai Llanos, hasta que recibió un mensaje de Sergio Agüero, invitándolo a cenar junto a Coscu. Él acepto, subió al auto con el argentino y se relajó, pero cuando llegó al lugar se sorprendió al ver la cantidad de medios de prensa que había en la puerta. Pensó que era algo normal, que seguramente querían buscar la palabra del delantero del Barcelona por la partida de Leo. Nunca se imaginó lo que le iba a pasar esa noche.
Apenas cruzaron la entrada, los recibió la mamá del Kun, que sonriente le dijo: "Disfrutá, que esto pasa una vez en la vida". Segundos después, vio a Coscu tomándose la cara, sin poder creer la situación. "Creo que estamos en la casa de Messi" le dijo su compañero. Fue entonces que Ibai miró alrededor y lo comprobó con sus propios ojos: efectivamente estaban en la casa del mejor jugador del mundo, Lionel Messi, quien los esperaba con los brazos abiertos.
Aún sin poder creer la situación, saludó a todos y se sentó, pero fue tanta la confusión y el shock que tenía, que ni siquiera se percató de la presencia de Antonella Roccuzzo. Esta, al sentirse ignorada, se acercó y les dijo entre risas "'Hola, muchachos, ¿cómo andan? ¿Saben que están en mi casa?" dejando en claro que la habían pasado por alto y esperaba que la saludaran. "Sí, Antonella, puedo saludarte pero no puedo articular palabras, soy un bebé gigante. Hace seis minutos casi fallezco" contó en su directo.
La noche siguió como una cena entre colegas. Jordi Alba bromeó sobre el fanatismo del creador de contenidos por el Madrid, conversaron con Leo sobre videos de Tik Tok, de algunos streamers y Youtubers y hasta hubo tiempo para bailar. "Salí a bailar con la madre del Kun. Sentí una presión, estaba Messi muriéndose de risa al lado. Había diez personas, sabía que me iba a tocar. Hice lo que pude, nunca me había sentido así. Todos riéndose: Messi, Coscu y yo dije: 'Disfrútalo, vívelo'. Pero no disfruté nada, ja." confesó Llanos a sus seguidores.
Cuando llegó el momento de irse, Ibai quiso hacerlo tranquilo, como si fuese una jornada más, sin pedir ninguna foto, ni "molestar" a Lionel. "No le voy a pedir una foto el día que se va del Barsa. Para mí ya era un regalo de la vida estar ahí", explicó. Sin embargo, cuando Messi se percató y les dijo "Che, ¿a dónde van? ¿Nos sacamos una foto?".
De esa forma y con un "Che, abrazame fuerte" por parte de Leo justo antes de que la cámara se activara, terminó uno de los días que Ibai Llanos nunca pensó vivir. No solo estuvo en la casa del mejor del mundo, sino que además este le pidió que se sacaran una foto juntos. Ni en sus mejores sueños hubiese pasado de esta forma.