El Corte Inglés está bajo la lupa de la opinión pública. En tiempos de redes sociales los apagones, boicots y cancelaciones a marcas, personas y tendencias son moneda corriente y el poder del discurso digital es cada vez mayor. Ocurre que la cadena de tiendas de ropa se asoció con Vox, un partido político de ultraderecha con tintes misóginos, transfóbicos y homófobos.
Con la consigna #BoicotElCorteInglés miles de españoles están pidiendo deslegitimar a la popular empresa. La idea es no comprar más en sus tiendas, quienes - como consecuencia de las bajas ventas - suelen otorgar sus espacios físicos para difundir campañas de otras marcas o, en este caso, de un partido político con un historial poco feliz.
La empresa habría invertido en el partido político de ultraderecha conducido por Santiago Abascal. Todo trascendió gracias a Wikileaks y El Corte Inglés ha quedado muy mal parado. Las redes hicieron su trabajo: miles de usuarios llaman a un boicot para que la empresa pierda en ganancias debido a sus coqueteos con la ultraderecha.