Parece que Anabel Pantoja no puede relajarse ni un minuto. No ve la hora de que llegue el gran momento de su boda con Omar Sánchez, pero en el medio están sucediendo varias cosas que sólo le causan amargura. Entre su distanciamiento de Kiko Rivera, el resultado de su test de inteligencia y la incomodidad de explicar por qué su padre no irá al casamiento, no ha podido disfrutar este tiempo como le gustaría. Para sumarle disgustos, ahora un grupo de ecologistas se manifestó en contra de la ceremonia en la playa de La Graciosa.
Cuando Carlota Corredera anunció en Sálvame que había malas noticias para la sobrina de Isabel Pantoja, ella no pudo disimular su cara de hartazgo. Esta organización a favor del cuidado del medioambiente junto a otras con el mismo objetivo se han unido para hacerle frente a la celebración que se daría en la isla de Canarias. Según han explicado, ese tipo de fiesta podría deteriorar el ecosistema natural y ellos no pueden “desentenderse de eso”.
Como es costumbre en Sálvame, sus compañeros no han hecho más que pincharla y ponerse en su contra. Kiko Hernández le aseguró que no podría casarse en esa playa, dándole la razón a los grupos ecologistas. Por eso, Anabel no sólo estaba enojada con esas personas, sino también con todos los colaboradores y hasta con la producción del programa. "Solo quiero decir una cosa en esa isla se llevan celebrando muchísimas bodas, hay una y hay sitios donde celebrar la boda. Yo me voy a casar igual que lo ha hecho todo el mundo”, declaró.
Anabel Pantoja quiso explicarle tanto a sus compañeros como a los grupos ecologistas cuál es su idea: “No voy a hacer la boda en la playa, voy a hacer la ceremonia”, que, según ella, durará sólo 15 minutos. Además, aclaró que la celebración se hará en otro sitio. Intentó hablar con tranquilidad, pero los colaboradores - en especial Kiko Hernández y Laura Fa - se encargaron de alterarla diciéndole que no podría cumplir su cometido.
Fue entonces cuando la influencer dio lugar a su mejor actuación, abandonando el plató de Sálvame enojada con Mediaset entero. Es que nunca la dejan reaccionar tranquila, por supuesto, saben que con poco ella se altera y les puede dar un gran espectáculo televisivo. Carlota le fue a buscar, pero Anabel no quiso ceder: “ya llevo cuatro días hasta el moño de la boda” y agregó que lo que la enoja es la opinión de los colaboradores por sobre todo: “no sois invitados, os da igual mi boda, dejadme en paz”.
La presentadora le aconsejó que se tranquilice y que hable con los ecologistas, a lo que Pantoja respondió: "he pedido el permiso que hay que pedir al ayuntamiento de Lanzarote, pedido, autorizado y en mi mano". La joven continuó con el griterío y volvió a hacer hincapié: “lo que me hacen en Sálvame es de traca” y excluyó a Carlota, mientras Kiko Hernández no paraba de reír tras haberle recomendado que celebre en un polideportivo.
Finalmente, Anabel Pantoja explicó ya entre lágrimas que le da coraje que se la juzgue, cuando ella ya tenía todo pensado para no contaminar ni arruinar el ecosistema: “Ya estoy cansada que me organicéis la boda”. Pero no consiguió lo que quería, sus compañeros continuaron molestándola y le dieron la razón a los ecologistas, excepto Carlota Corredera que dijo que esto era muy buena publicidad para La Graciosa. No caben dudas de que ningún miembro de Sálvame estará invitado a la celebración con Omar Sánchez.