La boda real de Nigeria superó, sin lugar a dudas, a cualquiera de las bodas celebradas en el verano. Y es que el lujo y el glamour estuvieron presentes hasta en los detalles más pequeños. El enlace entre Yusuf Buhari, el hijo del presidente del país africano, junto a Zahra Nasir Bayero, hija del emir de Bichi, del reino de Kano, se llevó a cabo en el palacio de Bichi, al norte del país. Sin embargo, una de las cosas que más llamó la atención fue la cantidad de vestidos que lució la novia, inclusive su calidad y estilo, pues cada uno era una obra de arte diferente.
El primero, y quizás el más similar a la cultura occidental, fue el que lució en la ceremonia. Criticado en Nigeria por ser considerado demasiado atrevido, el vestido blanco era con mangas largas pero tenía transparencias en el escote y ese fue el motivo de la polémica. Además, contaba con una falda vaporosa y con cola larga y en la cabeza llevó un turbante étnico también en blanco. En la fotografía divulgada por los medios oficiales, se pueden observar a los novios caminando hacia el altar con un caballo a su lado. Además, el decorado haciendo juego con la novia, cuentó con flores blancas y amarillas.
Si bien la novia tuvo uno de los vestidos blancos, no significó que el resto fueran en el mismo color. Y es que tal como indica la tradición, los colores vibrantes reinan en las bodas y así hizo honor en algunas ocasiones. Una de ellas fue para su presentación, en la que la joven llevaba una túnica color azul íntegramente bordada en tonos claros y que la cubría de la cabeza hasta los pies. En la ceremonia estuvieron presentes la familia y personas allegadas a los novios, pues fue en la fiesta y en el enlace en donde participaron todos los invitados.
Otro de los atuendos que lució fue en la recepción que se ofreció en el centro de conferencias de Abuja, para la que Zahra eligió un vestido entallado al cuerpo, lo que realzaba la figura, de fondo blanco y bordado en pedrería e hilos fucsias y dorados. Además, estaba complementado con las mangas drapeadas y con transparencias, la capa en color fucsia se desprendía de los hombros y hacía juego con el turbante en el mismo tono. Los pendientes colgantes en oro tampoco pasaron desapercibidos y complementaban el look a la perfección.
Otro de los atuendos destacados fue el vestido gris perla con bordados en dorado y turbante haciendo juego. En cuanto a tradiciones, la familia del novio cumplió con la dote que se entrega y, según la BBC, pagó casi 1.000 euros por Zahra. El enlace entre los jóvenes fue un éxito y tuvo mucha repercusión debido a la magnitud del evento. A través de la cuenta de Instagram de la primera dama de Nigeria, aparecen imágenes y agradecimientos a los participantes de la boda.