El desembarco de Paz Padilla en el mundo textil comenzó con furor y buen panorama, pero poco a poco fue desinflándose el globo de las buenas noticias. Y es que se trata de No Ni Ná, el negocio que abrió junto a su hija Anna en Zahara de los Atunes hace dos años. El problema es que los malos comentarios de los clientes crecen cada día y la tienda parece estar en caída.
Las quejas de hace algunas semanas estuvieron destinadas a los altos precios que se manejan en los productos. Ante las críticas, y a modo de excusa, desde la firma aseguraron que la marroquinería lleva mucho tiempo de realizarse debido a que es artesanal y son piezas únicas. Sin embargo, los comentarios negativos no terminaron ahí y ahora se sumaron nuevos clientes que destacan los inconvenientes a la hora de devolver una prenda o incluso la falta de respuesta por parte de No Ni Ná.
Si bien hubo algunos comentarios que resultaron positivos y defendieron los productos ofrecidos, las que predominan son las críticas y quejas. Desde “la mala atención “ y la impuntualidad al momento de abrir el negocio, hasta la mala comunicación con los clientes. “Contacté con ellos a través de email y de su web para descambiar el artículo que compré por otra talla porque me quedaba grande. No he recibido respuesta y ya se ha acabado el plazo de devolución”, escribió un cliente.
Se trata sin dudas de un fracaso profesional, pero que tiene la oportunidad de recomponer sus debilidades y atraer a nuevos clientes para brindarles un mejor servicio. Por el momento ni Paz Padilla ni su hija salieron a dar declaraciones, ni tampoco se sabe qué solución aplicarán a los problemas de su negocio.