Para el clan Pantoja, la familia siempre ha sido lo primero. Luego de un año de distanciamiento entre Isabel y sus descendientes, el círculo íntimo de Kiko Rivera ha quedado reducido a sus hijos y su mujer, Irene Rosales. Sin embargo, su padre es su debilidad. Paquirri Rivera murió cuando él era apenas un bebé, por lo que se perdió de vivir muchos momentos juntos.
Por más duro que parezca por fuera, más aún tras la pelea con Isabel Pantoja, Kiko demuestra ser un ser sensible. Ocurre que una persona que realmente conoce al DJ le envió un regalo muy significativo, un retrato digital de sus tres hijos con su padre. La figura paterna es fundamental en su vida, a pesar de no haberlo conocido en profundidad, siempre lo menciona o lo recuerda. Esa imagen que siempre le habría gustado ver le tocó el corazón: “Hoy mi mujer me mando esto, yo no lo había visto y justo ahora me emocioné muchísimo”, expresó conmovido.
La foto hizo llorar a Kiko. Aunque sea en un dibujo, pudo ver cómo hubiese sido Paquirri como abuelo y esas lágrimas “aunque sean de tristeza también tienen un poquito de alegría”. “Esta maravilla representa mi papá con sus 3 nietos y me llena el alma”, continuó en su posteo en Instagram que es parte de su nuevo perfil, tras la decisión de borrar las publicaciones anteriores y empezar de cero.
Irene Rosales fue la encargada de hacer llegar ese retrato a las manos de Kiko Rivera, quien lo describió como “precioso”. “Te extraño papá y te prometo que tus nietos conocerán de su abuelo❤️”, finalizó. El hijo de Isabel Pantoja ha tenido tres niños, el mayor junto a Jessica Bueno, se llama Francisco, al igual que él y el torero, las dos más pequeñas con su actual esposa. El legado de Paquirri sigue vivo para la familia.