Es la estrella máxima de la industria pop. Sus looks fueron la bisagra para abrirse al mundo y redefinieron el concepto de red carpet, dejando un legado de extravagancia, glamour y estrellato. ¿Cómo hizo Lady Gaga para capitalizar la idea de "lo freak", crear un núcleo duro de fanáticos y así mismo abrirse al universo cinematográfico o a compartir cartel con Tonny Bennet o Elthon John? La diva tiene un equipo de estilistas y creativos llamados House of Gaga - en alusión al movimiento estético Escuela Bauhaus fundando en 1920- quienes acompañan la evolución de su carrera con increíbles looks. Un repaso por sus outfits más icónicos.
Puede que el salto a la agenda mediática de Lady Gaga ocurrió en el año 2010. Eran los MTV Awards y Lady Gaga, con su álbum The Fame, prometía ser la alocada e incipiente artista que vendría a romper las ya obsoletas estructuras del pop. La cantante abandonaba la pose repetida hasta el hartazgo y la imposición de modelos únicos de belleza. Es el triunfo de lo freak. La reivindicación de "los distintos" que sufrieron bullying o fueron marginados. Para presentar su segundo álbum, Born This Way (nací de este modo) la estrella del pop eligió un vestido de carne. Sí, de carne.
La imagen de Cher - vegetariana extrema- sosteniendo la cartera hecha de bifes de carne a Lady Gaga recorrió el mundo. Algunos lo calificaron como anti ecológico. Otros comprendieron el concepto detrás de la extravagancia: mostrar la putrefacción implícita en los productos que el mainstream genera. Lady Gaga hacía su debut en la más sofisticada rareza. Y enloqueció a propios y ajenos.
Llega el 2013 y comienza la Art Pop Era. ¿Su despedida al pop? ¿Un álbum demasiado adelantado a su época? No fue un éxito de ventas, pero sí significó un reseteo cultural. El entendimiento conceptual de lo que significa la cultura pop fue grabado a fuego en la imagen insólita de una Lady Gaga que ya pisaba fuerte. Pelucas agigantadas y looks futuristas: Gaga le escapaba al cliché y se consagraba como esteta y embajadora del arte pop.
Si el título de artista pop ya era suyo, Gaga quizo el de mejor artista vocal. Y lo tuvo. Su indagación en el jazz, de la mano de indiscutido Tonny Benett demandó un nuevo estilismo. Vestidos que remitían a lo mejor de los años 30. Looks estilo Gran Gatsby e incluso una expresión corporal distinta. La artista colgaba el disfraz de "bicho raro" y se posicionaba como una de las vocalistas más destacadas del género.
Llegaría después su incursión en el cine. Ya alejada del mainstream pop, las inquietudes de esta artista única pasarían a ser las de inmortalizarse en la pantalla grande. Su debut en Nace una estrella - papel que perteneció a Barbara Streisand y la inigualable July Garland- nos permitió verla en un rol de diva clásica, de la época dorada de Hollywood. Sin ir más lejos, lució un diamante Tiffany que solo fue utilizado por Audrey Hepburnm, máxima estrella del cine.
Su participación en la Met Gala fue todo un mimo para los Little Monsters (así llama Gaga a sus fanáticos) La diva volvió a su faceta más alocada, extravagante y divertida. Su posado frente a los paparazzis, que superó cómodamente los 10 minutos, volvió a posicionarla como la reina del absurdo, lo camp y el glam.