En el conflicto familiar de Britney Spears, hasta el momento sólo se había manifestado su hermana, Jamie Lynn, quien terminó siendo foco de agresiones, a pesar de defender a la cantante. Ahora fue el turno de la madre, Lynne, quien decidió hablar por primera vez sobre el caso de su hija, ya que siempre había mantenido su opinión oculta de la prensa.
La madre de Britney ha decidido defenderla ante la justicia. La mujer nunca antes había intervenido en 13 años, sin embargo, es considerada parte interesada, por lo tanto, puede actuar. Ha presentado documentación judicial con la que solicita un permiso para que la cantante pueda elegir su propio abogado, teniendo en cuenta que el anterior ya ha presentado su renuncia.
Según informó un medio estadounidense, Lynne Spears le ha pedido a la corte que escuche “los deseos” de su hija y que le permitan contratar a su propio asesor legal privado. Pero no sólo quedó ahí, la mujer de 66 años ha manifestado que el último testimonio de Britney es una muestra de su valentía y agregó que “es capaz de cuidar de sí misma” y que lo ha hecho durante estos últimos años.
Lo que más necesitaba Britney Spears era tener a su madre de su lado apoyándola. Lynne pidió desesperadamente que la dejen hacer su vida en paz y que se revoque la tutela, pero “sin que ella tenga que soportar otra evaluación". Además, un punto importante pidió que le permitan "usar su voz para ocuparse de ella misma" para que pueda casarse con su novio, Sam Asghari, e incluso tener un hijo.