El pasado 13 de mayo Pedro Trapote y su familia se acercaban a la iglesia de San Ginés para el funeral de Pedro Trapote Jr, el segundo hijo de los cinco que tuvo el empresario, que deja este mundo de manera temprana. A los 54 años de edad, el pasado 27 de abril, su hijo querido, el que más se parecía a él no solo en sus gustos y aficiones, sino físicamente, pasó a la vida eterna.
Como era de esperarse, en las fotos que le fueron tomadas en tal triste ocasión reflejaban un Pedro desolado, sin consuelo, sumido en la desdicha de haber vivido la enorme tragedia de perder a un hijo de forma tan repentina y pronta. Sin embargo, por más doloroso que pueda sonar, la vida continúa y, a pesar del tormento que pueda significar la perdida de la carne de su carne, todavía tiene una familia que lo necesita tanto como él a ellos.
Dos meses después de la tremenda pérdida, el empresario reapareció en la vida social madrileña, para brindarle todo su apoyo a su amigo Miguel Sierralta en la presentación de su libro Algunos le llaman Magia. Allí, Pedro se emocionó hasta las lágrimas al recordar la figura de su difunto hijo y al hablar de los mellizos que deja huérfanos, nacidos del matrimonio que vivió Pedro Trapote Jr. con Diana Dominguín.
Al ser consultado por Hola! España sobre la muerte de Pedro, respondió: “Ha sido un colofón terrible para mi vida personal. Terrible. Es un dolor que es difícil de superar. Desde luego, me va a costar muchísimo... Enterrar a un hijo es tan contranatura, que te deja verdaderamente... Pero tengo nietos”.
“Son dos mellizos de veinte años y ahí estaremos para sacarlos adelante, en sus carreras, que ya son universitarios. La figura del padre es importantísima, pero tienen a su abuelo y a sus tíos, que son mis hijos. Ahí estaremos todos para ayudarles”, expresó sobre los jóvenes que han quedado huérfanos de padre.