Después de que Lady Gaga apareciera en una entrega de premios con un vestido de carne, nada puede sorprendernos. Bueno, tal vez sí. Buena parte de la carrera de la artista se basa en su peculiar estilo y su personalidad única. Los outfits son uno de los fetiches de la artista: tiene todo un equipo de creativos trabajando para crear las piezas más extrañas: un vestido inflable, unas gafas hechas de cigarrillos encendidos o un look camp para la Met Gala.
La autora de Poker Face apareció rodeada de paparazzis comprando una pizza. Pero lo curioso fue su atuendo: peinado de época dorada de Hollyood y un clásico y elegante vestido negro. Por supuesto que alguno de sus guardaespaldas o asistentes podía cargar la pizza por ella, pero Gaga no se perdió la oportunidad de imprimirle autenticidad y estilo a su paso por las cámaras de los paparazzis.
Se sabe que pronto la tendremos en la pantalla grande una vez más. La apuesta fuerte con la que Lady Gaga nos sorprenderá es en una película sobre la famosa familia Gucci, dueños de todo un impero de la alta costura. La cantante y actriz interpretará a Patrizia Reggiani, exesposa de Maurizio Gucci.
Por supuesto que el film irrumpió no sin polémicas de por medio. La presencia de Gaga le da un golpe de prensa invaluable y, además, la familia original de la película está ofendida con que sus más íntimos secretos sean llevados a la pantalla grande. Lady Gaga, más allá de las polémicas, está dando otro paso consagratorio en su carrera: ya se lució en A Star is Born, ganó un Oscar a mejor canción y sigue apostando a su faceta actoral.