Jueves 11 de Enero 2024
MILA XIMÉNEZ

La increíble relación de Mila Ximénez con Víctor Sandoval

Mantenían un vínculo muy especial, que iba más allá de las pantallas.

Escrito en FAMOSOS el

Hace algunos días, Víctor Sandoval manifestó públicamente sus intenciones de quedar a resguardo de uno los bienes más queridos de MIla Ximénez: su perrita Ova. Esta decisión sorprendió a propios y a extraños, porque si bien se sabía que ambos se llevaban muy bien, nadie era consciente de que su relación fuese tan estrecha como para que esto sucediese. Por eso, en esta nota te contamos de donde viene el amor que ambos se tenían.

Víctor quiere quedar al cuidado de Ova. Fuente: Instagram

Según cuenta el propio Víctor, Mila era una especie de segunda madre para él. Ella lo había defendido a capa y espada cuando estuvo en Gran Hermano VIP, llegando a protagonizar enfrentamientos con todo aquel que lo criticara. Cuando él finalmente salió de la casa, se enteró de la situación y eso hizo que le tomara un cariño muy grande.

Mila había defendido a Víctor en Gran Hermano. Fuente: Telecinco

Sin embargo, no fue este el punto que los unió definitivamente, sino su participación en Supervivientes. Mientras estuvieron en la isla, a pesar de protagonizar algunos choques, Víctor y Mila se hicieron amigos y se volvieron inseparables. Fue tan buena la relación que cuando este tuvo que abandonar la isla, ella no podía dejar de llorar. "Hay tres mujeres que han llorado por mi: Belén Esteban, Mila y Carla. Si he logrado llegarles de esa forma así, es como si hubiese ganado. Todos los días pienso en ellas. De aquí saco una experiencia muy positiva, pero me llevo una familia que han sido Mila y Carla" había declarado el colaborador tras quedar expulsado.

En Supervivientes se habían hecho muy amigos. Fuente: Antena 3

Desde aquel momento no se distanciaron nunca más. Mila siempre estuvo para Víctor y Víctor siempre estuvo para Mila, acompañándose en los momentos más felices, pero también en los más duros de su vida, apoyándose y haciendo todo para que el otro sea feliz, aún cuando las circunstancias fueran totalmente adversas.