Hay personas que aún les cuesta entender que las redes sociales son plataformas masivas e importantes. A través de ellas, los famosos logran acercarse a su público y los fanáticos sienten que son parte de su intimidad, ambas partes tienen beneficios, pero por supuesto que las figuras consiguen aumentar sus bolsillos. Las hermanas Kardashian son el claro ejemplo de que cuanto más entiendas a tu público, más negocios podrás hacer.
Para poder triunfar en redes sociales hay que hacer un análisis de a quién quieres llegar, quién eres y qué puedes ofrecer, exactamente igual que cualquier negocio. Kim Kardashian lo entendió desde el principio cuando trabajó junto a Paris Hilton, la estrella juvenil de los 2000, la fama de esta millonaria devenía del apellido, de sus actitudes osadas y del reality que protagonizó. La empresaria aprendió cada detalle y lo puso en práctica.
A partir del famoso vídeo sexual de Kim, la fama comenzó a ser cada vez más grande y a partir de Keeping Up with the Kardashians, las hermanas se unieron y los seguidores se despegaron a niveles increíbles. Ninguna baja de los 100 millones de seguidores en Instagram y hay una explicación lógica para eso. Cada una representa a una parte de la sociedad, lo entiende y con ello factura.
Kourtney Kardashian es la mayor, madre tres hijos, quien por mucho tiempo ha sido la menos mediática, ha triunfado con una marca de ropa para niños. Es consciente que gran parte de su público son madres y mujeres de su edad por lo que su exitoso proyecto actual está basado en cosméticos de belleza y cuidado de la piel. Qué mujer de más de 40 no quiere lucir el cutis de la hermana más grande del clan.
Kim, la líder indiscutida del grupo, ella sí ha sabido hacer uso de su nombre y de su imagen. Cualquier producto que diga Kim Kardashian está asegurado en ventas, sea maquillaje, ropa o un libro exclusivamente de fotos. Elizabeth Paquette, académica de la Assumption College, explica que es una generadora de opinión: “La sociedad tiende a atribuir atribuir ciertos significados culturales a bienes de Kim Kardashian, al comprarlos y consumirlos le decimos al mundo ‘sí, esto es cool’, y en consecuencia adquirimos un poco de su distinción”.
Khloé es una de las más criticadas por los cambios estéticos, tanto en su cara y su cuerpo, pero los comentarios negativos vienen acompañados de seguidores que buscan ser como ella. Es una referente en temas de salud y estética, por eso, su más grande éxito es su marca de ropa para todos los talles, Good American, donde hay desde vaqueros, zapatos hasta bikinis. Luego tenemos a las dos más jóvenes, Kendall y Kylie Jenner, que tienen un público parecido.
La modelo se ha convertido en la mejor paga del mundo y, si bien hay muchos que reniegan de esa realidad, es innegable que todo lo que genera y lo que sucede a su alrededor es exitoso y llamativo. Es un ícono para las mujeres de su edad, cada uno de sus looks es replicado en todo el mundo y se vuelve tendencia. Además, es la que más público adolescente y joven tiene, por lo que la idea de vender tequila no es casualidad.
El caso de Kylie va por otro lado, si bien tienen la misma audiencia, lo que más ha llamado la atención es su cambio radical en el rostro. Es difícil identificarla cuando se buscan fotos de su niñez y adolescencia, además de los retoques, el maquillaje ha tenido una gran responsabilidad. Por lo tanto, las mujeres jóvenes que quieren conseguir algo parecido a ella, pero sin cirugías, no dudarán en comprarle a Kylie.
Por último está Kris Jenner, la matriarca de este clan de empresarias millonarias. La madre es quien la las crió, la que estuvo a cargo desde que falleció el padre de las mayores y cuando se separó de su segunda pareja. Es quien más alardea de sus hijas y de sus negocios en sus propias redes sociales, ella es la persona que más ha entendido cómo funciona el negocio de la televisión y el de las redes sociales desde sus comienzos al frente de teletiendas. Por lo tanto, si buscáis crecer en redes sociales o en tu negocio, debéis seguir el ejemplo de las Kardashian y analizar a tu público.