Parece que la guerra judicial entre Belén Esteban y Toño Sanchís no tiene límite, además, el show mediático sigue en boca de todos los televidentes. Esta tarde, la colaboradora de Sálvame contó en el plató cómo se siente tras varios años y meses de lucha contra su ex manager. No es el mejor momento profesional para la famosa, estaría viviendo un verdadero infierno.
Belén estaría pasando por un delicado momento emocional desde que perdió a su mejor amiga Mila Ximénez, y ahora se le sumó un torbellino mediático que terminará en los juzgados en cualquier momento. Desde que la pelea judicial se hizo mediática, la muchacha no encuentra la salida para ser feliz.
Esteban pretende llegar hasta el final con esta guerra y tiene por seguro que la va a ganar. "Esta mañana estaba comiendo y he visto a el Conde Lequio diciendo que yo ya le quité la casa","yo no le quité la casa, se la quitó la justicia. Pero es que todavía hay más cosas, y yo tengo derecho como ciudadana...¡voy a llegar hasta el final", contaba Belén mirando a Paz Padilla muy seria y a la vez muy serena mientras dejaba a todos atentos con sus declaraciones.
La famosa ha explicado con algunas (pocas) señales de qué se trata la querella criminal que ha interpuesto contra su ex manager y su mujer. "He ido a por su empresa por apropiación indebida, alzamiento de bienes, falsedad documental, contable y tentativa de estafa procesal". "A día de hoy me debe casi 400.000 euros", confesaba la colaboradora en Sálvame. Belén tiene claro que su firma ha sido varias veces falsificada. Según ella, no puede acusar a Toño directamente, pero sí que tiene la validez de un calígrafo.