Tras su renuncia para jugar en Wimbledon y los Juegos Olímpicos de Tokio porque considera que sólo lo hace felíz "competir al máximo nivel y seguir luchando por retos profesionales y personales al máximo nivel de manera competitiva”, Rafael Nadal se fue de vacaciones con su esposa Mery Perelló.
Está recobrando energías con la mejor compañía y disfrutando de un verdadero descanso en Mallorca, a bordo de un lujoso catamarán 80 Sunreef Power Great White en el mar de Baleares. Sus familiares también embarcaron y todos se encuentran disfrutando de momentos agradables y lindas postales que quedan de recuerdo en las redes sociales.
Sobre el nuevo capricho del tenista
Después de perder ante Novak Djokovic en la semifinal del Roland Garros, Rafael Nadal regresó a las aguas para relajar cuerpo y mente. Subió al barco muy feliz por su decisión de querer parar con la rutina. El catamarán fue adquirido por el tenista en 2019 por un importe cercano a los seis millones de euros.
Según explicó en varias entrevistas, el crack del tenis mantiene una relación especial con el sector náutico. Una pasión por el mar y por los barcos que le llega desde que, de niño, su padre lo llevaba a pescar frente a las costas de Menorca.
Con la compra del Great White, el deportista se ha convertido en un excelente embajador de una tendencia que el mundo náutico está observando con atención desde hace algún tiempo: el traspaso de parte de la clientela de los monocascos de 100 a 200 pies a catamaranes de 70 a 120 pies.