Parece que el cantante Dani Martín se ha volcado a las redes sociales para compartir algunos de los aspectos más personales de su vida. Y lo hizo de una forma muy particular. Hace unos días, el cantante contaba cómo había sido su “maravillosa” experiencia en el psiquiatra o cómo había vivido su primera dosis de vacunación contra la covid. Ahora, volvió a plasmar sus reflexiones en la plataforma de las fotografías instantáneas. ¿De qué habló?
La celebridad tocó un tema muy sensible como lo son aquellos temidos complejos con nuestros cuerpos o la salud mental. En su mayoría, sus seguidores en redes son personas jóvenes, por lo cual resulta significativo que visibilice estas temáticas. Tumbado en la cama y con el pecho al descubierto, Dani ha querido no solo compartir con todos ellos cuál es su mayor complejo físico, sino mostrarlo al mundo para demostrar que, como todos, él también es una persona que se siente vulnerable al mostrar ciertas partes de su cuerpo.
Así comenzaba su testimonio
“Hoy me apetece contaros que toda mi vida he estado lleno de complejos”, se sinceraba la estrella. En especial, se refirió una parte de su cuerpo: el pecho. “Nunca me ha gustado mi cuerpo, sobre todo mi pecho; me he juzgado siempre y me he exigido al máximo”, asegura. Sin embargo, ha llegado a una conclusión determinante en su vida: “Soy imperfecto, soy esto y hoy me gusta”.
“Mucha gente creerá: ¿pero este que lo tiene todo cómo puede tener complejos? Pues los he tenido y los sigo teniendo, cada vez menos. Me apetecía enseñaros mis tetitas de cabritilla, así las he llamado yo siempre”, confesaba el artista, haciendo de paso una crítica a la red social por su política de censura: “Instagram, ¿por qué censuráis las tetitas de las chicas y las mías no?”, se preguntaba, haciéndose eco de una demanda de miles de mujeres usuarias de redes sociales. “Vivan las personas, y que sean como quieran ser y como son. Un beso, cero moralina, ¡me sale del corazón enseñar esto! ¡Salud y amor a todos y todas!”, concluyó Dani. Sin dudas, su mensaje resulta una brisa fresca en un ámbito que puede llegar a ser muy hostil para con los cuerpos de las personas.