Anabel Pantoja está pasando uno de los mejores momentos de su vida. Luego de que la pandemia haya pospuesto su boda y la posterior celebración, el gran día está cada vez más cerca. Su futuro marido, Omar Sánchez, ya ha vuelto de la isla de Supervivientes, por lo que ya no falta nada. Sin embargo, entre tanta felicidad hay nubarrones que opacan un poco el firmamento, es que la relación con su familia no está nada bien.
La influencer sabe que las cosas no están bien en el clan Pantoja, por lo que es probable que algunos miembros de su familia no estén presentes en ese día tan importante para ella. Sobre eso habló en una entrevista con una revista, “claro que me da pena, pero si me pongo a pensarlo es que no me caso nunca”. La joven tiene en claro cuáles son sus prioridades.
Los profundos dolores que ha sufrido estos últimos días tienen su origen en la pelea que mantiene con su primo, Kiko Rivera. En más de una ocasión han discutido en un plató de televisión, situación que la ha llevado a Anabel a hospitalizarse por los nervios. Omar ha opinado al respecto y ha dicho que lo que más lastima a su mujer es que el hijo de Isabel Pantoja iba a ser el padrino de boda, algo que, suponemos, ya no ocurrirá.
La realidad es que Anabel Pantoja no puede esperar más para casarse con Omar Sánchez. Ya han dejado pasar mucho tiempo y en otoño será la boda. “Me afecta esta situación, pero yo no puedo hacer nada, no puedo obligar a la gente”, sentenció la joven sobre su familia. A pesar de eso, afirmó “voy a llamar a todo el mundo, voy a llamar a toda mi gente, a la gente que quiero que esté” y si no llegan a asistir, “no me voy a enfadar, de verdad. Al revés”.