Paco Lucena, el ex manager de Joaquín Sabina, brindó recientemente una entrevista al medio El País, y dejó boquiabiertos a todos con sus declaraciones. Dice estar viviendo de una pensión del gobierno y no le estaría alcanzando para afrontar sus gastos diarios. ¿Qué le ocurrió?
Según trascendió públicamente, el hombre que supo tener ingresos millonarios y vivir en los barrios más prestigiosos de Madrid. Sin embargo, hoy vive otra realidad. “Mira, esto es todo (sacó unas monedas del bolsillo). El poderoso mánager Paco Lucena no tiene ni tres euros”, ironizó ante la prensa. Vive hace años en la misma casa, un piso de 70 metros cuadrados en el barrio de Aluche, al sur de la ciudad.
Lucena lleva prácticamente 11 años sin salir de ese sitio. Se acerca todos los días a la famosa tienda "Ahorra Más" del barrio, compra y de vuelta a casa ayudado por su bastón. Hace dos años, justo antes de la pandemia, la falta de una alimentación adecuada y las pastillas que le ayudaban a dormir le provocaron un desmayo. Tiene su residencia destrozada (y descuidada) al igual que su dentadura: “Hace dos semanas por fin me los han terminado de poner, porque no podía ni comer ni hablar bien. Vicente, el marido de mi mejor amiga, me llamó un día y me dijo: ‘Paco, sé que tienes problemas para comer porque no tienes dientes. Vamos a pedir presupuesto’. Lo ha pagado todo él, 12.000 euros”.
Tiene una pared llena de éxitos y a los artistas que representó, pero la vida le ha dado la espalda. Una vez que estuvo en la cima de la gloria profesionalmente recibió un duro revés. Paco fue el primer hombre que llevó la administración de la carrera de Joaquín Sabina cuando este aún era un joven y poco popular. Hombre de negocios, le gustaban los desafíos. Conoció al cantautor en los “bares de rojos”, y fue uno de los que impulsó el famoso disco 19 días y 500 noches.
Un poco de su carrera
Se hizo representante por casualidad. Llegó a Madrid procedente de Tánger, donde nació, a principios de los setenta. De creencias marxistas, ingresó en las Juventudes Comunistas y con el tiempo formó parte del Comité Central de un Partido Comunista de España. En 1978 conoció a Sabina que acababa de llegar de un exilio londinense de siete años.
“Yo no era un manager ni tenía ni idea. Pero Joaquín me persiguió durante dos años para que le llevase la carrera”, informó al medio. Y aceptó el trabajo y el desafío por delante que sería de gran impulso creativo para su carrera profesional.
Se vino abajo
“Cuando me dejó Joaquín yo estaba lleno de deudas. Perdí 80 millones de pesetas en una compañía de discos que monté [Don Lucena Discos, con álbumes de Burning, Javier Ruibal, Malevaje…], debía dinero de la gira que suspendimos con Páez, tuve que despedir a ocho personas de mi oficina…”, relató.
Además dijo: “Sí, he tenido dinero, he ganado millones de pesetas al mes, pero siempre lo invertía en música y estaba entrampado. Nunca dispuse de grandes cantidades. La verdad es que no supe invertir bien lo que gané. Además, nunca firmé contratos, porque soy un gilipollas. Siempre he sellado los acuerdos dando la mano. Ni con Joaquín tuve un contrato”.