Creó un imperio musical y discográfico cuando ya no se vendían discos. Llegó a la industria de la música subiendo videos a YouTube y logró ganarse el cariño de todos. Pablo Alborán escapa a las definiciones. Lo han rotulado como “yerno perfecto” por esa cualidad de caerle bien a todo el mundo. “Otra cosa es cómo te quieran pintar, a mí lo del yerno perfecto me parece anticuado”, se sincera Alborán en una entrevista donde toca todos los temas: su ayuda humanitaria, el rol dentro de la comunidad LGBTIQ+ y el cómo posicionarse frente a las críticas.
El cantante confesó el año pasado que es homosexual. Hoy hace una lectura del revuelo que generó la noticia: “Es como decirte que soy rubio. Si luego eso ayuda a la gente, si hay personas a las que les ha servido, pues es emocionante para mí. Pero ya está. No me considero icono ni abanderado de nada. Me parece que tenéis más responsabilidad los periodistas y los que sí son iconos del colectivo que yo en cuanto a cómo tratáis que un año después se siga hablando de esto. Hablando de homosexualidad se pide normalidad, pero luego el problema no está en mis respuestas sino en las preguntas. El trabajo lo tenemos que hacer todos.”
Recientemente, UNICEF lo ha nombrado embajador debido al compromiso que demuestra para con los más desprotegidos. “Todavía siguen siendo demasiados los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo que viven en un entorno de violencia, guerra o desplazamiento forzado, que no tienen acceso a los servicios más básicos o que no cuentan con las oportunidades necesarias. Y a muchos de ellos la pandemia se lo está poniendo aún más complicado. Sin infancia no hay progreso”. Alborán está realmente comprometido con la educación de los niños y parece tomarse muy en serio su labor. Asimismo, no teme relativizar algunas cuestiones, como el denominado pin parental.
El auge de la comunidad LGBTIQ+, que busca instalar discursos de tolerancia, diversidad y respeto, llevó a que muchas escuelas empiecen a dictar charlas sobre educación sexual. Pablo Alborán se muestra cauto al respecto: “Estoy de acuerdo en que vayan a dar charlas, pero también quiero saber qué charlas les van a dar. Y no por la cuestión en sí sino por cómo se traslada el mensaje. Creo que el mensaje tiene que estar cargado de amor, de entendimiento, de cultura y de educación sexual y emocional muy delicada”.
Su salto a la fama se dio gracias a Internet y hoy, como muchas figuras, recibe críticas por las redes sociales. Uno de los puntos más recurrentes en sus detractores es el señalar que el cantante “tardó demasiado” en confesar su sexualidad y que tiene una postura “demasiado heteronormativa”.
Al respecto de las críticas, Pablo Alborán declara: “Es que yo tengo muy claro cómo es mi vida y cómo la quiero vivir desde hace muchísimos años. A mí los comentarios en redes sociales no me afectan en absoluto. A lo mejor al principio, hace diez años, cuando me abrí Twitter o miraba los comentarios de YouTube para ver si mis canciones gustaban. Pero ya no, tengo una vida, es imposible" .La notoriedad de Pablo Alborán sigue en alza. Tiene 39 discos de platino y se posiciona como uno de los artistas españoles más escuchados.