El campo poético de Almodóvar, el destape de los ochenta con el retorno a la democracia y un singular estilo hicieron de Rossy de Palma un verdadero ícono de la diversidad. Por su parte, Jean Paul Gaultier ha basado todo su imaginario en el derecho a la singularidad. Ambos, además de ser exponentes de la cultura pop y del orgullo por la disidencia, son grandes amigos. Es así que posaron juntos para la revista Vanity Fair en un número especial sobre la diversidad.
"La primera vez que vi a Rossy, pensé: “Oh là là, esta mujer dará que hablar. Es un volcán". Jean Paul Gaultier siempre tuvo predilección por la cultura hispana. El diseñador francés trasciende las fronteras y tiene contacto con distintos exponentes y movimientos estéticos. La actriz es, en sus propias palabras, su musa. "La sesión de fotos fue fantástica. No puede ser de otra manera. Rossy y yo nos hemos reído todo el tiempo. Me dolía la mandíbula de tanto reír."
Y así se los ve. En el mes del orgullo, la prestigiosa revista los eligió como íconos a la diversidad. Ambos son artistas que, cada uno en su rubro, han sabido imponer una cuota de autenticidad a su trabajo. La "chica Almodóvar" es una mujer que se inventó a ella misma: jamás se operó la nariz - aunque se burlaran de ella- siempre defendió su estilo y elegancia alejados de los estereotipos y creó un nuevo tipo de belleza, pasando a modelar para las marcas más prestigiosas del mundo.
La revista eligió a una directora de cine para realizar la entrevista. Se trata de Isabel Coixet que, además de destacarse en el mundo audiovisual, mantiene una gran relación con Jean Paul y Rossy. Cuando le preguntaron cómo veía el mundo de las relaciones hoy, con una notoria fluidez en los géneros, Jean Paul respondió: "Creo que es absolutamente saludable, para mí es el único camino posible, el respeto a todas las opciones y a todas las opciones en medio de esas opciones. Para mí es algo completamente natural: mujeres y hombres andróginos, transexuales ultrafemeninos o ultramasculinas o lo que quieran, lo que sientan, lo que inventen."
Y claro que Jean Paul Gaultier supo inventarse a sí mismo. Logró lo que pocos diseñadores logran: trascender sus diseños para ser él la figura central de toda su obra. Algo parecido pasó con Rossy, gente que ha logrado inventarse a sí misma y trascender desde un lugar único. ¿Será por eso que son tan buenos amigos?