Novak Djokovic se coronó campeón de Roland Garros por segunda vez tras vencer en la final al griego Stefanos Tsitsipas en un partido apasionante. En la semifinal había logrado doblegar a Rafa Nadal, en un extenuante partido. Uno de los secretos detrás de los enormes logros del serbio, además de su férrea voluntad, su continuo trabajo y su innegable talento, es el constante apoyo que recibe de su esposa, Jelena Djokovic.
Al igual que en el caso de Leo Messi y Antonela Roccuzzo, que se conocen desde su niñez en la ciudad argentina de Rosario, los caminos de Novak y Jelena Djokovic se cruzaron por primera vez en la escuela secundaria y están juntos desde entonces, a pesar de las dificultades que presenta la ajetreada vida de un jugador de tenis, que por su trabajo debió enlazar constantes viajes alrededor del mundo.
Tras nueve años de noviazgo, ella y Novak se casaron en 2014 y tuvieron a su primer hijo, Stefan, al año siguiente. En 2017, la familia se agrandó con la llegada de Tara. Jelena Djokovic, que cumplirá 35 años este jueves, es una asidua usuaria de Instagram, red social que utiliza para compartir divertidos momentos íntimos de la pareja. Suele viajar mucho junto a su esposo y es una frecuente espectadora en los torneos de tenis más importantes del planeta.
Además, Jelena Djokovic cumple una importante función a la cabeza de la Fundación Novak Djokovic, cuyos principales beneficiarios son los niños de su país. Trabaja para realizar distintas mejoras en la educación serbia que repercutan en mayores oportunidades para los más jóvenes y que todos puedan cumplir sus sueños a pesar de las dificultades, tal como lograron hacerlo ella y su esposo, que crecieron en el triste entorno de la guerra que sacudió a su país en la década del noventa.