Pertenece a un enorme clan de talentosísimos artistas que han hecho historia en el medio español. Sin embargo, Alba Flores ha encontrado la forma de diferenciarse, mostrando su valor agregado sin despegarse de los valores de la familia. La figura de Vis a Vis y La casa de papel rescató su herencia y habló de sus luchas sociales, que la mantienen muy activa y ocupada.
La nacida en Madrid, de 34 años, habló con El País sobre lo que significa ser parte de una familia de artistas. Es nieta de Lola Flores, "La Faraona", además de hija del fallecido Antonio y sobrina de Lolita y Rosario. Pero, para ella, su padre es una fuente de inspiración: “A veces revisito su legado artístico y voy comprendiendo cosas nuevas, le voy conociendo más. Sus letras eran muy intimistas”, explicó.
Pese a haber tenido un destacado rol en series de alcance mundial como La casa de papel y Vis a Vis, Alba Flores reivindica al teatro como práctica artística: “Aunque sea minoritario, es un reducto desde el que hacer crítica con más libertad que el cine o la tele, más sujetos a intereses económicos”, detalla. Y agrega: “Es también una responsabilidad, sobre todo en tiempos tan crispados en los que es difícil vivir en la discrepancia y escuchar todos los puntos de vista”.
Y hablando de la crítica, fue que Alba Flores dio cuenta de sus luchas en el campo social, como su colaboración con el Secretariado Gitano en cuestiones de antigitanismo. Para ella, “este racismo es algo estructural, muy enraizado en la cultura española desde hace siglos: lo feo, lo sucio, lo cutre se asocia con los gitanos”, explica. Para peor, cuenta que esas ideas han hecho mella en la comunidad y mucha gente que forma parte de esas comunidad las ha adoptado. Sobre eso, dictaminó: “Ser gitana no te exime de ser antigitana”.
El compromiso de Alba Flores también ha llegado al campo de la defensa de los animales: “Me preocupa la vertiente ética, pero sobre todo la ecológica: el consumo de carne tal y como está planteado no es sostenible para el planeta”, plantea.
Tanto desde su cualidades interpretativas como en su actividad política, Alba Flores ha sabido ganarse un espacio en la escena pública y planea sostenerlo a fuerza de talento y esfuerzo. Su abuela y su padre, seguramente, sonríen orgullosos.