La pandemia aún no da respiro. Salma Hayek fue una de las millones de personas que la han pasado muy mal a causa del virus. Su fama y reconocimiento ayudan a que conozcamos su historia. En diálogo con Variety, confesó que vio la posibilidad de perder la batalla y que tuvo miedo de morir. “Mi médico me suplicó que fuera al hospital porque estaba muy mal. Dije ‘no, gracias, prefiero morir en casa", reveló.
La actriz dijo que estuvo aislada por siete semanas en una habitación de su casa en el Reino Unido y ese tiempo estuvo conectada a un tubo de oxígeno. Su situación era difícil porque ocurrió al principio de la pandemia y aún los tratamientos eran experimentales, por lo que la información era escasa. La internación la pasó en su casa, junto a su marido y a su hija de 13 años, y se arriesgó a no querer pisar el hospital. Aseguró que lo complicado ya pasó pero que sigue sintiendo secuelas del virus en su cuerpo, tiene menos energía y la fatiga continúa.
En noviembre, Salma Hayek había compartido un vídeo en sus redes sociales con un resumen de la cantidad de veces que fue hisopada y escribió: "Lo he tenido. Ya estoy harta #coronavaccine #corona". Recién en abril de este año tuvo las fuerzas para volver al trabajo. Está rodando House of Gucci, la película protagonizada por Lady Gaga y Adam Driver en Roma. La mexicana interpretará a Pina Auriemma, una clarividente y amiga de Patrizia Reggiani, ex mujer de Maurizio Gucci, quien fue sentenciada a 25 años de cárcel. Este año podremos verla en la pantalla en The Hitman's Wife's Bodyguard en junio y en Eternals en noviembre.
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