Rosa Elena García Echave, conocida artísticamente como Rossy de Palma, es una actriz, cantante y modelo, que ya no es no actriz, ni cantante, ni modelo, porque ha pasado a convertirse en un ícono que traspasó las fronteras españolas para comerse al mundo. Sus comienzos en el mundo del espectáculo fueron en la música -tenía una banda llamada Peor Impossible, a la que no le iba muy bien- pero alcanzó la popularidad de la mano de Pedro Almodóvar.
El director la descubrió en el King Creole: un bar rockabilly en la esquina de San Vicente Ferrer con la Corredera de San Pablo (el actual Freeway), donde Rossy trabajaba porque no le alcanzaba el dinero para vivir solo con su banda. Allí, Pedro la vio y quedó totalmente cautivado por lo que decidió contratarla para su película “La ley del deseo” para que cubra un pequeño papel de reportera. “No la toquéis”, fueron las instrucciones de Almodóvar al equipo de estilistas, “Dejad que se maquille, se peine y se vista como ella quiera”.
Luego, con “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, De Palma se recibió oficialmente de “Chica Almodóvar”, y le dio rienda suelta a una polifacética carrera internacional. Con su pequeño papel de reportera, se convirtió en una de las musas del reconocido diseñador de modas, Jean-Paul Gaultier, que la vio e inmediatamente supo que la quería como imagen para su firma.
Continuando en el terreno de la moda, su rostro y personalidad tan fuera de lo común atrajo a los mejores y más vanguardistas diseñadores de modas europeos. Además de ser la musa y amiga de Gaultier, De Palma tuvo el privilegio de trabajar con diseñadores como Thierry Mugler y Alaïa.
Ahora, la actriz fue elegida por la marca italiana Gucci, que se encuentra bajo la dirección creativa de Alessandro Michele hace seis años y medio, para realizar un “Workshop Poético” del cual Rossy compartió una imagen en su cuenta personal de Instagram que adelanta de qué fue la cosa: un turbante a lo vidente, cartas de tarot sobre una pequeña mesa redonda, y manos con ojos.
Una temática muy esotérica que va de la mano con la última campaña que lanzó la firma: “Aria”, que muestra modelos convergiendo etéreamente en un jardín con paisajes bosquecinos, bruma y caballos blancos corriendo libremente. Sin dudas la firma italiana y nuestra Rossy vibran en la misma sintonía.