Todos hemos ido alguna vez al SuperCOR, al Mercadona o al Corte Inglés y tenido un antojo que nos llevó a salirnos un poco del presupuesto para saciarlo. Pensamos inmediatamente que uno o dos euros de más no van a hacer tambalear nuestra economía y decidimos darnos un pequeño gusto, un caprichito. Eso fue lo mismo que le debe haber pasado a Cristiano Ronaldo, aunque no en un súper o un shopping, sino en la fábrica de Ferrari.
El portugués visitó la fábrica en Maranello, acompañado por Andrea Agnelli, presidente de Juventus, y John Elkann, CEO de Ferrari. Allí recorrieron las instalaciones y hasta hubo tiempo para que el astro se sacara fotos con Carlos Sainz y Charles Leclerc, pilotos de la escudería en la F1.
Hasta allí podría tratarse de una visita más, de casi una reunión protocolar, sin embargo, antes de despedirse, el delantero de la Juventus decidió sacar la cartera y gastar casi dos millones de euros en un superdeportivo de lujo de edición limitada: un Ferrari Monza SP. Se trata de un coche que alcanza 300 km por hora como velocidad máxima y puede llegar a los 200 km por hora en 7.9 segundos. Nada mal ¿no?.
Cabe destacar que Cristiano suele darse estos gustillos, ya que posee una colección de coches similares, que cada tanto suele mostrar. Seguramente ahora habrá muchas otras fábricas haciendo fila para invitarlo, esperando que le vuelva a picar el gusanillo y decida saciar su hambre de coleccionista.