José Marzilli nació en Avellaneda, una ciudad de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, en 1935. Desde muy chico se sintió atraído por el teatro y, criado por una familia que fomentó su desarrolló en las artes, comenzó a trabajar como actor.
Sin embargo, en 1963, decidió viajar a Madrid, lugar que lo acogió con mucho amor y donde se realizó como representante de actores hasta el día de su muerte, el 22 de abril. Si bien su deceso pasó sin penas ni glorias en los medios de comunicación, lo cierto es que significa una perdida terrible para la comunidad artística de España.
Al llegar a Madrid, José trabajó como ayudante de una representante de artistas muy reconocida en el mundo entero, Katrina Bayonas. Ella ya llevaba varios años abriéndose camino en España, y en los setenta representó a grandes nombres de la escena actoral de Argentina y España.
Tiempo más tarde, persuadido por muchos amigos actores españoles, Marzilli decidió convertirse él mismo en representante. Llegó a tener en su cartera a Pilar Bardem, y a su gran amigo, Jack Taylor, a la gran actriz catalana desaparecida Alicia Agut, el brillante actor argentino Pepe Soriano, a jóvenes figuras españolas, como Javier Bardem, Ernesto Alterio, Carlos Bardem, Ayanta Barilli e incluso a Mabel Rivera, la actriz gallega que pasó a ser conocida por su gran trabajo en Mar Adentro, así como otros tantos intérpretes profesionales, más y menos conocidos.
El actor y sindicarlista Jorge Bosso lo describe así: “José era un representante pulcro, delicado y dedicado, de gran humanidad, como lo demuestra el empeño que puso en los más jóvenes y el cuidado exquisitamente servicial con los más mayores y reconocidos. Es decir que, además de un muy buen profesional, era una persona de gran calidez humana que le hizo granjear la amistad y el respeto de gente enfrente y detrás de la cámara en el cine y la televisión, y de tanto dentro del escenario como detrás de bambalinas. En un mundo pasional de creatividad, pero también de lobos en competencia por conducir la manada, Marzilli dejó su propio sello personal de firmeza, pero también de gran amabilidad”. Que en paz descanse.
Marzilli fue también fundador de la Asociación de Representantes de Actores de España, ARAE, que llegó a reunir a los profesionales más destacados de este país. Allí, al principio, se desempeñó como Tesorero.