Kiko Rivera ha realizado un viaje con destino a Nepal en donde ha sido testigo de una experiencia de otro mundo. No solo ha vivido un momento alucinante junto a Jesús Calleja, sino que ha sido parte de una situación muy terapéutica, lo que ha servido al hijo de Isabel Pantoja para tomar distancia y reflexionar sobre sus conflictos familiares.
Todo ha sido en el marco de las aventuras de ‘Planeta Calleja’, donde las emociones han sido figuras protagónicas del programa junto con las confesiones que ha hecho al presentador, algunas muy duras, de hecho. Kiko ha hablado con su habitual sinceridad sobre sus problemas con el dinero y las adicciones, sin poder contener las lágrimas.
"He sido drogadicto, a día de hoy estoy bien aunque tengo el demonio en el hombro. Empecé a consumir con 17 ó 18 y he llegado a consumir hasta 4 y 5 gramos al día. Mi madre se enteró hace 3 ó 4 años, cuando mi mujer ya no puede más y le llama" confesaba el DJ.
Pero la parte más dura llegaría cuando Calleja le preguntara por la última vez que recayó: "Justo cuando pasó esto con mi madre tuve una recaída", ha dicho a punto de romperse pero muy valiente. "Estoy en ello, al final somos débiles y la droga destruye al débil. Lo peor es pensar en la mañana siguiente, en cómo me siento, al levantarme y que mis hijas vean algo que no pueden ver y menos de su padre", aseguraba Kiko Rivera, visiblemente dolido.
Un punto de inflexión en la vida de Kiko ha sido ver el documental de 'Avicii: True Stories', sobre lo cual aseguró que le ha impresionado a tal punto que “llamé a mi representante y suspendí toda la gira. Me daba igual el dinero, porque pensé: ‘yo me voy a morir igual que éste’. A su vez, el DJ ha confesado que su mujer, Irene Rosales, ha sido parte clave de su recuperación. "Salí de las drogas, sobre todo por mi mujer... Ella no lo tuvo fácil... Mi mujer es de lo más importante que tengo en mi vida junto a mis hijos", afirmaba.