Kiko Rivera parece haber logrado redireccionar sus dardos venenosos y sus reproches por la herencia de Paquirri. De centrar sus esfuerzos en destruir a su madre, Isabel Pantoja, el DJ ahora encontró otro enemigo de su talla: Ramón Calderón, apoderado, abogado y amigo de su difunto padre. La persona responsable de administrar los bienes que, a muy corta edad, heredó Kiko.
Están enfrentados en los juzgados, pero ninguno de los dos asistió. Enviaron a sus representantes legales. Ramón Calderón fue el único que envió un comunicado a la prensa. Kiko Rivera está en pleno cambio de perfil mediático y no quiere ser noticia por escándalos personales, por lo que intenta conservar la discreción en lo que refiere a este tipo de asuntos.
“El juez desestimó la declaración de Kiko y mía, y la de todos los testigos propuestos por Kiko al entender que nada aportarían a las manifestaciones realizadas por Kiko, que son el objeto del pleito. Así que el juicio del 25 de abril consistirá solo en el análisis de las pruebas documentales y grabaciones ya presentadas y en las conclusiones de los abogados de las tres partes", reza el comunicado de Ramón Calderón.
Lo que hoy los enfrenta no solo es el tema de la supuesta mala administración de la herencia, acusación que Kiko Rivera esgrime contra Calderón. El asunto en cuestión son unos dichos del DJ al abogado y amigo de su padre. "Ramón Calderón es un sinvergüenza, que llame si se atreve, tan valiente que eres de llamar a los programas de televisión. Con esto que tengo yo aquí (señalando una carpeta con papeles) me lo vas a tener que explicar en un juzgado porque eres uno de los implicados en toda esta trama, porque esto es una trama". Tales comentarios le valieron un juicio.