La inesperada muerte de Almudena Grandes ha significado un golpe muy duro para sus familiares, sus allegados y la cultura española. La talentosa escritora ha dejado este mundo a los 61 años, víctima de un cáncer que le detectaron hace algunos meses atrás. El tanatorio de La Paz, en el municipio madrileño de Tres Cantos fue invadido por las lágrimas y el dolor de quienes más la querían.
Entre los asistentes a su despedida se pudieron apreciar muchas figuras reconocidas del país. Ana Belén y Víctor Manuel, dos de sus más grandes amigos, Joaquín Sabina, el ministro de Cultura Miquel Iceta, Félix Bolaños. Pedro Sánchez, El Gran Wyoming y hasta Kiko Matamoros y Marta López Álamo, dijeron presente para brindarle el último adiós.
A ellos se sumaron muchas otras personas que no pudieron estar presentes, pero que igualmente dejaron su sentidas palabras hacia ella. Carme Chaparro, Rozalén, Ismael Serrano, Alejandro Sanz y la cuenta oficial en Twitter de su amado Atlético de Madrid, club del que era devota, fueron solo algunas de las cientos y cientos de personas que le dedicaron un mensaje.
Almudena Grandes se ha ido, pero ha dejado su legado, sus textos que harán que nadie pueda olvidarla. Aquello que tenía por decir, que brindaba a sus lectores, era mucho más importante y trascendental que su propio cuerpo, que su propia vida. Aunque hoy España sea un país más triste porque ya no la tiene a ella, siempre quedará su palabra, que estará disponible para todo aquel que quiera oirla.