Lejos han quedado aquellos tiempos en que Belén Esteban y Toño Sanchís eran carne y uña. Además de representada y representante, eran excelentes amigos y casi familia. Sin embargo, hoy en día solo se cruzan en los juzgados. "Voy a llegar hasta el final. Está en juego mi dignidad", declaró en su momento la de Paracuellos, en una extensa exclusiva donde supo revelar los motivos de su demanda judicial.
Apropiación indebida, alzamiento de bienes, falsedad documental contable y tentativa de estafa procesal. Esos son los delitos por los que los abogados de la colaboradora de Sálvame imputan a Sanchís. De ser concedidos, él podría pasar hasta seis años en la cárcel. Bien podríamos pensar que en un panorama como este, lo más conveniente sería llamarse a silencio.
Pero su crítica situación judicial no parece importarle demasiado al madrileño, quien ha arremetido contra la pareja de su examiga, Miguel Marcos, con un insidioso y desagradable comentario. "Ahora sé quién se come el salmorejo y las patatas fritas... #PagaFantas", twitteó, acompañando sus palabras con una imagen de Esteban y su esposo, en clara referencia al físico de éste y a los productos que la rubia comercializa en "Sabores de la Esteban", su emprendimiento gastronómico.
Por supuesto, las repercusiones no se hicieron esperar. Su desacertado tweet le valió cientos de críticas en la red social. "No tienes vergüenza Sanchís", "es de ladrón meterse con la pareja de la víctima de quien estafó y robó", fueron algunos de los mensajes en repudio a su actitud. Por el momento, la Esteban - probablemente convencida de que la mejor arma es la indiferencia - no se ha pronunciado al respecto.