Todo el mundo está hablando de la polémica que generó Madonna con su disfraz de Halloween. A la mega estrella del pop se le ocurrió recrear la muerte de Marilyn Monroe, un hecho trágico que otras artistas- como Lady Gaga- han querido representar como arquetipo del desgaste y la presión de la fama. Pero el contexto lúdico de los disfraces de Halloween no la ayudaron demasiado, puesto que fue acusada de "burlarse" y "frivolizar" la muerte de la estrella del cine.
Cabe mencionar que Madonna construyó un imperio en torno a sus provocaciones. Ya sus primeras canciones dejaban entrever críticas o la mera utilización de símbolos cristianos. En Like a Prayer, la diva hace un recorrido por buena parte de los ritos y los símbolos cristianos, cosa que en su época fue todo un oprobio.
En la imagen se la puede ver a Madonna con el típico peinado de Marilyn Monroe, recostada en la cama y cubierta de sangre. La asociación fue inmediata: la diva quiso recrear las imágenes del cadáver de Marilyn, encontrado en 1962 en la habitación de un reconocido hotel.
La mega estrella del pop ha elegido no pronunciarse acerca de la polémica. Hablamos de una mujer que toda la vida utilizó la provocación para ganarse un lugar único e icónico dentro de la cultura pop. La pregunta es si, detrás de la imagen, lo que quiso hacer Madonna fue una suerte de cuestionamiento y crítica al destino de innumerables artistas que sucumbieron ante el demoledor peso de la fama.