En una íntima entrevista con la edición británica de Vogue, que la tuvo como protagonista de la portada en su versión más radiante, Adele habló de todo: su cuerpo, su doloroso divorcio, la relación con su padre, con quien logró hacer las pases antes de su fallecimiento, y su tan esperada nueva música.
La ganadora de 15 premios Grammy realizó su tan esperado regreso después de cinco años de mantenerse alejada de los medios, la industria e incluso de las redes sociales, y lo hizo a lo grande: con una espectacular sesión de fotos a cargo de Steven Meisel para Vogue UK. La sesión de fotos vino acompañada de una larga entrevista que comenzó con el tema de sus flamantes creaciones musicales. Es que hace unos días compartió un teaser del que será su nuevo single, "Easy on me", con el que sin dudas causará estragos en el bienestar emocional de sus mil millones de fanáticos.
Sobre el álbum que contendrá el nuevo tema que verá la luz en pocos días, Adele expresó: "Siento que este álbum es sobre la autodestrucción. Luego es de autorreflexión y de una especie de autorredención. Pero me siento preparada. Realmente quiero que la gente escuche mi versión de los hechos esta vez". Además, la cantante aseguró que, en gran parte, grabó el disco para su hijo. “Mi hijo ha tenido muchas preguntas. Preguntas realmente buenas, preguntas realmente inocentes, para las que simplemente no tengo una respuesta, Por ejemplo: "¿Por qué ya no pueden seguir viviendo juntos?", dijo Adele respecto a los sentimientos de su hijo sobre su divorcio con Simon Konecki.
Esta vez, el proyecto explora el mar profundo de la maternidad: "Sentí que quería explicarle todo, a través de este disco, y que cuando tenga veinte o treinta años, sepa quién soy yo y por qué elegí voluntariamente desmantelar toda su vida en la búsqueda de mi propia felicidad. A veces siento que lo hacía realmente infeliz. Y esa es una herida real para mí que no sé si alguna vez podré sanar", se sinceró Adele ante el periodista de Vogue.
Adele se casó con Konecki, su pareja de muchos años y padre de su hijo - que ahora tiene casi nueve años - en algún momento de 2016, parecían muy felices juntos y que era uno de esos matrimonios que parecen salidos de un cuento de hadas. Sin embargo, lo que vemos no siempre es real ya que en 2019 se separaron y recién este año finalizaron los tramites de su divorcio.
"Después de pasar por un divorcio, mis requisitos son altísimos. Hay un par de zapatos muy grande que deben llenar. Él simplemente no era adecuado para mí. No quería terminar como muchas otras personas que conocía. No era miserable, realmente miserable, pero me habría sentido miserable si no me hubiera puesto a mí misma en primer lugar. Pero, sí, no pasó nada malo ni nada de eso", aseguró respecto a los motivos por los cuales decidió separarse de Konecki..
Luego, Adele se refirió a la turbulenta relación con su padre, Mark Evans, con quien “hizo las paces” antes de su muerte en mayo pasado, a los 57 años. Incluso, la cantante británica fue un poco más profunda y reflexionó sobre cómo esta relación problemática con su progenitor la llevó a romances “tóxicos” con hombres.
Según le expresó a revista de moda, pudo perdonarlo gracias a los “baños de sonido, la meditación y la terapia”, proceso que también la ayudó a lidiar con las consecuencias emocionales de su separación de Konecki. Pero, ¿qué fue lo que sucedió entre padre e hija? bueno, Marc y Adele tuvieron desde siempre una relación complicada. Él se separó de su madre cuando la cantante era pequeña y estuvo ausente durante su infancia. Más tarde, cuando ella se hizo famosa, fue sorprendido vendiendo historias al tabloide británico The Sun, lo que lo llevó a un distanciamiento de casi una década.
Pero Adele estaba dispuesta a perdonarlo. “Sé que me amaba, y de hecho obtuvimos nuestra paz antes de que muriera”, enfatizó la artista que además, durante su terapia, descubrió que muchos de sus sentimientos sobre el divorcio estaban entrelazados con los “problemas” con su padre. “No estás segura si alguien que se supone que te ama no te da ninguna prioridad. Lo asumís y te acostumbras”, señaló.
Adele reveló que encontró consuelo en el gimnasio. “Se convirtió en mi momento. Me di cuenta de que cuando hacía ejercicio no tenía ansiedad. Nunca se trató de perder peso”, aseguró, aunque luego confiesa que en un período de dos años perdió cerca de 50 kilos.
"Siempre se trató de volverme fuerte y dedicarme un tanto de tiempo todos los días sin usar mi teléfono. Me volví bastante adicta. Hago ejercicio dos o tres veces al día. Así que hago mis pesas por la mañana, luego normalmente camino o boxeo por la tarde, y luego voy y hago mi cardio por la noche. Básicamente estaba desempleada cuando lo estaba haciendo. Y hacía todo llevando tenis", explicó Adele sobre la rutina que la llevó a encontrar la solución a sus problemas de salud mental. Sin embargo, la cantante aceptó que su rutina es privilegiada: "No es una vida factible para mucha gente", dijo.
"La gente se sorprende porque no compartí mi "viaje". Están acostumbrados a que la gente documente todo en Instagram, y la mayoría de las personas en mi posición obtendrían un gran acuerdo con una marca dietética. No me importa. Lo hice por mí y por nadie más. Entonces, ¿por qué iba a compartirlo? No lo encuentro fascinante. Es mi cuerpo", expresó respecto a las razones por las que las personas se sorprendieron al ver su radical cambio físico.
Finalmente, Adele derribó los mitos sobre la supuesta dieta que realizó para bajar de peso. Mucho se dijo en internet sobre la dieta "Sirtfood", un nuevo nombre para la misma vieja historia: alimentos integrales bajos en calorías, gran cantidad de té verde y arándanos, que supuestamente había hecho la cantante. “No he hecho eso. Tampoco ayuno intermitente. Nada. En todo caso, ahora como más de lo que solía hacerlo porque hago ejercicio de forma intensa. Todo ese discurso de ‘lograr un gran cuerpo para vengarte de un hombre.. Oh, Dios mío".