El pasado jueves, Lucía Pariente no pudo contra Adara Molinero y fue la expulsada de Secret Story. Esto significó que en el programa del domingo tenga que revelar el secreto con el que entró a la casa de Guadalix. Algunos participantes estuvieron cerca de descubrirla, pero nadie lo consiguió. Con un triunfo en esa pequeña parte del reality, la ex concursante explicó su polémica vivencia del pasado, que descolocó a todos.
"Mi familia no sabe que los estafé", dijo en su vídeo de presentación. Los colaboradores en el plató no daban crédito a lo que escuchaban, por lo que la madre de Alba Carrillo comenzó a explicar algo que pasó hace mucho tiempo. "Tenía 15 años, fui a una carnicería, mi hermana me había mandado a comprar pinceles y un señor me dijo: '¿Usted pinta? Pues tome esta tarjeta que le voy a dar trabajo", empezó Lucía su relato.
De esta manera, Lucía iba a ese lugar junto a su hermana para cumplir con el trabajo. La chica pintaba portadas de discos, pero la ex participante era quien los firmaba y se llevaba el crédito de la obra. Según contó, los cobraba muy bien y recién, luego de un tiempo le dio una parte de las ganancias a la verdadera artista. “Yo pinto como un niño, solo puse mi nombre, porque no sé dibujar", finalizó la madre de Alba Carrillo ante la mirada atónita de los colaboradores.
Dentro de la casa, los Gemeliers fueron los que más cerca estuvieron de descubrir el secreto de Lucía Pariente. Ella le había dado unas pistas a Jesús cuando estaba nominada, como si supiese que iba a salir del concurso. En el plató de Secret Story, tanto Jordi como el resto de los presentes quedaron algo desilusionados. Entendieron que la situación era más inocente de lo que se había planteado y no ayudó mucho al desarrollo de la tensión del programa.