La Met Gala es un evento que cada año da mucho que hablar. Ya sea por sus extraordinarios invitados o los looks de la alfombra roja, los cuales tardan meses en crearse. Sin embargo, en otras ocasiones, como fue el caso de la edición de 2018 de la velada, los motivos de conversación cambiaron de lugar para posarse directamente sobre Kim Kardashian.
Todos sabemos que Kim tiene una habilidad casi innata para detectar las cosas buenas de la vida. Ya sea la tela perfecta para su próxima colección de su firma Skims, joyas de diseñador o una fabulosa decoración para fiestas, la empresaria siempre se siente atraída por el lujo. Pero ¿Quién sabía que su buen ojo podría ayudar a resolver un caso criminal por un artefacto robado?. En aquella ocasión, Kim Kardashian hizo ruido tanto por su atuendo, un vestido de Atelier Versace con un corsé dorado, como por sus desconocidas habilidades de detective.
Según trascendió, cuando la superestrella de la TV se sacó una foto aparentemente inofensiva junto a un antiguo sarcófago egipcio dorado, que curiosamente combinaba con su atuendo, ayudó a Matthew Bogdanos, líder de la unidad de tráfico de antigüedades a resolver un misterio que venía desde hacía un tiempo produciéndole dolores de cabeza.
El ataúd fue comprado por el Metropolitan Museum of Art en 2017 para su exhibición "Cuerpos Celestiales" del año siguiente. Durante la Met Gala 2018, Kim se tomó una foto junto al ataúd porque la brillante vitrina combinaba perfectamente con su vestido dorado. Durante la revolución de 2011 en Egipto, el ataúd fue desenterrado y robado de la región de Al Minya, luego llevado hacia Alemania a través de los Emiratos Árabes Unidos.
Posteriormente, el artículo se restauró y se proporcionó una licencia de exportación falsa para que pudiera venderse: entonces los curadores de arte del Met compraron el artículo por 4 millones de dólares, al parecer, sin haber sabido que se trataba de una transacción ilegal. Antes de su llegada al Met, el ataúd originalmente albergaba el cadáver momificado de Nedjemankh, un sacerdote de alto rango del siglo I a.C.
Mathew Bogdanos fue alertado de la nueva residencia del artefacto después de ver la foto viral de Kim Kardashian. Los investigadores pudieron identificar el ataúd buscado porque los saqueadores originales habían dejado accidentalmente un hueso de un dedo, lo que demuestra que era, de hecho, el ataúd de Nedjemankh. Después de cinco años de búsqueda, el artefacto finalmente ha sido devuelto a Egipto, y ahora Kim puede agregar "ayudante de detective" a su interminable currículum vitae.