Kiko Rivera decidió que era una buena idea hacer una entrevista exclusiva para contar todo lo que ocurrió en el reencuentro con su madre en Cantora. Pero no solo reveló esos detalles, sino que también se despachó contra su hermana Isa y su prima Anabel. Chabelita le respondió en televisión, pero la recién casada prefirió hacerse a un lado. Además de esa polémica, se sumaron las declaraciones de su tía, Teresa Rivera, contra Isabel Pantoja.
La hermana de Paquirri se sometió al polígrafo en Sábado Deluxe y reveló que le contaron que Isabel le habría sido infiel al torero hasta antes de casarse, dejando entrever que la tercera persona era una mujer. Por este motivo y por sus declaraciones para Lecturas, la reportera de Socialité se acercó al domicilio de Kiko Rivera. Era probable que el DJ no quisiera hablar con ella, pero la reacción sorprendió por el grado de violencia.
“Un sabio dijo ‘muchos quieren sinceridad, pero cuando el sincero habla, muchos se ofenden”, es la frase que Kiko le dijo a la reportera. Luego, mientras la reportera estaba fuera del aire, el DJ se asomó por la ventana de su casa y gritó: “Sois una pesadilla de coj…”, a lo que ella respondió enojada: “igual tan pesadilla no somos cuando le interesamos para que vaya incrementando sus ganancias”. El hijo de la cantante se puso a grabar la presencia del equipo de Socialité en la puerta de su casa, probablemente con el objetivo de hacer un descargo en redes.
Finalmente, Kiko sí reaccionó muy enojado contra la prensa en sus redes sociales. Entre sus ataques dijo que la prensa del corazón no sería nada sin él, “no hay derecho a que vivan 24 horas debajo de mi casa” y se refirió a la reportera como “la rubia” que le hace preguntas para molestar. “Insultaré todo lo que quiera”, continuó el DJ sin medir sus palabras y con vehemencia. “Te estás equivocando”, respondió más enojada María Patiño, quien defiende su trabajo y el de su compañera.
Para que Kiko Rivera se enfade aún más, en Socialité notaron algo que ocurrió mientras él se desataba contra la prensa del corazón. Resulta que Irene Rosales le pidió que se detenga mientras el DJ hacía un directo en Instagram, pero él no solo no la escucho, sino que mandó a callar al perro. El análisis de Laura, la reportera, no sería desacertado. Él manifiesta que mantiene a la prensa del corazón con su vida, pero sin las exclusivas pagas, el hijo de la cantante perdería ingresos importantes, ya que no es para nada barato.
Por otro lado, Kiko Rivera, una vez más, ocultó sus posteos de Instagram. Ya son más de tres veces las que el DJ toma esta decisión por un enojo con su familia o con la prensa. Luego, escribió en sus historias que no volverá a hablar de sus conflictos y de “su verdad”. “Voy a seguir mi camino y seguir mi verdad porque la verdad solo tiene un camino”, dice su comunicado.
Además, les habló a los periodistas para que no le insistan en que vaya a sus programas: “acá en casa podéis estar todo el tiempo que queráis, voy a salir bien poco”. Kiko Rivera es consciente que esta decisión lo perjudicará en su trabajo, ya que probablemente perderá seguidores. Sin embargo, eso no le preocupa porque “quien se quede será porque le gusta mi música y viviré más tranquilo”.