A finales de julio pasado, Scarlett Johansson (36) sacudió a la industria hollywoodense al presentar una demanda en la Corte Superior de Los Ángeles contra la mismísima compañía del ratón, Disney. Este accionar legal por parte de Johansson era la consecuencia de que el gigante de los medios haya roto su contrato al lanzar Black Widow a través de su servicio de streaming Disney +, al mismo tiempo que debutó en los cines.
Rápidamente, otras estrellas como Emma Stone (32) se mostraron interesadas en seguir los pasos de la actriz y demandar a Disney por su manera de proceder. En un abrir y cerrar los ojos, parecía que una especie de revolución sucedería en la industria cinematográfica, generando un punto de inflexión que marcaría un importante cambio.
Sin embargo, nada de eso sucedió, y ahora se ha confirmado que Scarlett y la compañía del ratón llegaron a un acuerdo extrajudicial que, según el medio Deadline, estaría valuado en más de 40 millones de dólares. Mediante un comunicado oficial, Johansson afirmó que desea continuar trabajando con Disney.
“Estoy muy feliz por haber resuelto nuestras diferencias con Disney. Estoy increíblemente orgullosa del trabajo que hemos hecho juntos a lo largo de los años y he disfrutado enormemente mi colaboración creativa con el equipo. Estoy deseando continuar nuestra colaboración en los años por venir” expresó la celebridad.