Cuando fue la primera eliminada de Supervivientes 2021 y la primera en pisar la Isla de Destierro, nadie imaginaba que Lola pudiese llegar a ser una finalista y una de las mejores concursantes, como finalmente terminó ocurriendo. Además de aumentar exponencialmente la cantidad de seguidores, la joven lidia con otras consecuencias luego de sus más de 100 días en Honduras.
La influencer respondió algunas preguntas de sus fanáticos en las redes sociales donde contó las manías que aún sostiene tras el reality, a las que denominó “TOC’s”. Ella fue la participante que más tiempo pasó sola en la isla de Destierro, por supuesto que nadie vuelve a ser el mismo tras esa experiencia, por eso, ahora no puede soportar “los ruidos fuertes, música alta o que la gente hable fuerte".
Hay otros aspectos de la vida que ya le molestaban desde antes, pero luego de cien días en Honduras se intensificaron. La comida es una gran protagonista de Supervivientes, ya que los concursantes deben aprender a racionarla y cada porción se valora como nada, por eso, Lola contó: "Me agobia ver que la gente come deprisa y que hablen mientras comen” y agregó un detalle muy peculiar, aún semanas después de su vuelta a España: “No me acostumbro a la servilleta, uso la mano”.
Pero no todas son manías, Lola Mencía también se quedó con algo muy positivo luego de Supervivientes 2021: su entrañable amistad con Palito Dominguín y la buena onda con Melyssa Pinto. Además, la joven hablo del programa como una parte muy importante en su carrera: "He recibido un apoyo inimaginable, un cariño insuperable... y no solo lo he visto ahora, en mi vuelta a la realidad, sino a tantos y tantos kilómetros que me separaban de vosotros, desde allí lo notaba. Los Cayos Cochinos me han marcado para toda la vida".