Öykü es el motor que mueve la historia de Mi Hija. Es por eso que estamos frente a uno de los momentos más tensos de la trama: la pequeña fue secuestrada, junto a Candan y Sevgi, por Resad, quien está dispuesto a todo para vengarse de Demir. La recompensa que exigen es impagable: 1 millón de libras en un día, si quiere recuperar a su hija y seres queridos con vida. La historia de Öykü y Demir, otra vez a prueba, en un momento decisivo de Mi Hija.
Encerradas y al borde de la desesperación, Sevgi y Candan quedan anonadadas con la forma en la que Öykü se toma la situación. La pequeña protagonista de Mi Hija se echa a dormir y sueña con que su padre pronto la rescatará: “Mi papá siempre vendrá a rescatarme pase lo que pase”, afirma Öykü.
En el medio del caos, Demir decide acudir al padre de Sevgi, quien es comisario. Él lo pone en contacto con el Departamento del Crimen para proceder. La idea es hacerles creer a los secuestradores que la transacción se dará sin problemas y, cuando menos se lo esperen, recibir la intercepción policial.
Sin embargo, Resad es un enemigo a la altura de las circunstancias. Si Demir, padre abnegado en Mi Hija, creía que tenía todo bajo control, su enemigo le gana la partida. Logra quedarse con el dinero, con Candan, Sevgi y con Öykü. El villano de la novela tiene un plan mucho más macabro: solo le devolverá a Öykü con vida si él, a cambio, le entrega su propia vida. Sin dudas, Mi Hija se encuentra en el punto álgido de acción. Seguí la historia por Antena 3 los domingos a las 22 horas.