Este mes, más específicamente el 13 de julio, Una rubia muy legal cumplió 20 años. La icónica comedia protagonizada por Reese Witherspoon fue un éxito de taquilla y de crítica y solidificó la carrera de la actriz. Sabiendo esto, Witherspoon no dejó pasar la oportunidad para celebrar las dos décadas del film del que también fue productora.
No obstante, la cinta no solo posee clásicos diálogos, un vestuario envidiable y una actuación llena de carisma por parte de la estrella estadounidense, sino que también estuvo totalmente adelantada a su época gracias a su mensaje de liberación y expresión de la feminidad en múltiples formas.
Durante mucho tiempo, culturalmente, se promulgaron dos arquetipos femeninos, uno malo y uno bueno: las mujeres que son “demasiado” femeninas, que usan ropa ajustada y tacos y son superficiales e ignorantes y las mujeres que tratan de diferenciarse del mencionado estereotipo vistiendo ropa más suelta y sintiéndose superiores porque pasan su tiempo leyendo libros en vez de ir de compras.
Sin embargo, la película entendió desde el primer momento que estos arquetipos no servían para nada y que esa “verdadera” feminidad que se le quería vender a la sociedad eran puras patrañas.
Una rubia muy legal es un film cuyo corazón narrativo es uno solo: romper con los estereotipos, especialmente el de “la rubia tonta”. Y eso no es ninguna sorpresa considerando que la cinta está basada en la novela del mismo nombre creada por Amanda Brown. El libro contaba las experiencias de Brown como una rubia obsesionada con el mundo de la moda que a la vez asistía a la Universidad de Stanford de derecho y cómo su personalidad y pasiones chocaban con las de sus pares en la carrera.
Nuestra protagonista es Elle Woods -interpretada por Whiterspoon, y cuyo nombre viene de que a Brown le encantara leer la revista Elle-, una joven que pareciera tenerlo todo: el mejor promedio en Diseño y moda, un gran físico, dinero, un novio divino y todas en su comunidad la adoran. De forma totalmente inesperada, Elle es abandonada por su pareja, que se está por ir a estudiar abogacía a Harvard con aspiraciones de convertirse en senador y no la considera lo suficientemente “seria” para que siga siendo su novia. Con el corazón roto, la joven decide hacer lo más lógico: entrar a Harvard, demostrarle a su ex que ella puede ser el tipo de mujer que él busca y recuperarlo.
Aunque en un principio suena como una simple comedia romántica, hay algo más. Elle no solo quiere recuperar a quien cree es el hombre de sus sueños, sino también demostrarle al mundo que, solo porque le encanta la ropa y andar siempre arreglada para la ocasión, no significa que se la puede tratar como si fuera un maniquí.
Desde el comienzo de la cinta vemos que, si bien Elle es algo despistada, también es inteligente, empática, determinada y no deja que nadie le pase por encima. Aún así, todas las personas que la rodean, incluidos sus padres, solo la ven y la tratan como una cara bonita que no podría aspirar a mucho más que ser una modelo.
Cuando Elle entra a Harvard recibe el mismo trato por sus compañeros/as, pero particularmente por Vivian, la nueva novia “seria” de su ex pareja. Vivian, a quien la sociedad le ha enseñado que las chicas muy femeninas no merecen respeto, le hace la vida imposible a nuestra protagonista. Pero una vez que ve que Elle no tiene nada que ver con el estereotipo que le vendieron, ambas se dan cuenta que ninguna es mejor que la otra y que no tiene sentido pelearse para intentar encajar en una sociedad machista.
Durante toda la película (SPOILERS) vemos como Elle va creciendo como estudiante, se destaca y hasta la llaman, a pesar de ser de primer año, para participar como abogada en un juicio. No obstante, nunca pierde su identidad. Ella se siente cómoda consigo misma y la manera con la que expresa su feminidad ¿por qué va a cambiar por los demás? En el momento crucial de la cinta Elle se presenta como ella mejor sabe: con un vestido rosa, zapatos con tacón que hacen juego y un maquillaje y peinado impecables. Elle en su máxima expresión.
Todo lo que Una rubia muy legal planteó en sus 98 minutos de duración, solo comenzó a tratarse de manera masiva casi 20 años después del estreno de la misma. Una prueba más de lo rupturista que fue esta simple comedia ¡Por más Elle Woods en el mundo!