Estamos frente a un verdadero giro en los negocios internacionales de Disney. Los tiempos cambian y la compañía quiere concentrar todos sus contenidos en su plataforma online. El gigante de Disney cerrará cien canales internacionales. En España, ya no se podrá ver Disney XD, Disney Junior ni Disney Channel. Desde el año 2008, estos canales emitieron gratuitamente en la televisión abierta española. El 25 de junio será la última emisión del canal que forjó las infancias de millones de chicos y chicas de todo el mundo.
“Cerramos 30 canales en el 2020. Planeamos cerrar 100 en 2021” dijo Bob Chapek, CEO de The Walt Disney Company. “La mayoría de este contenido irá a Disney +. Queremos estar a la vanguardia”. Chapek se refiere a la fiebre de consumos on demand, donde hay una álgida competencia entre Netflix, Amazon Prime, HBO, Hulu y, por supuesto, Disney +.
La noticia causó un verdadero revuelo entre, sobre todo, jóvenes millennials que se expresaron vía redes sociales. Los canales de aire de Disney emitieron series como Hannah Montana, la primera película de High School Musical, Los Hechiceros de Waverly Place o Zack y Cody: gemelos en acción. Es por eso que la plataforma Twitter se inundó de memes.
La televisión abierta deja de ser un negocio para las grandes productoras internacionales y hay una migración total de contenidos a plataformas on demand. El futuro de los consumos culturales será vía plataformas de streaming por suscripción, por lo que habrá que pagar a cada plataforma que posea el contenido que nos interese. Con el estreno de Cruella, el nuevo live action de Disney, la plataforma cobró unos 21 euros extra, sumado al coste de suscripción mensual.
Esto generó cierta indignación entre el público y muchos salieron a criticar a la plataforma. Pero lo cierto es que estamos ante un terreno tecnológico que recién ahora empieza a establecer sus legislaciones. No sería extraño que, dentro de unos años, cada contenido que consumamos online tenga un costo. Hay nuevas formas de consumir entretenimiento online y los canales de televisión abierta ya no parecen ser un buen negocio.