Cahaya Lovisa tiene 7 años, es de Barcelona y se presentó en La Voz Kids con ganas de cumplir su sueño y poder hacer una de sus cosas favoritas que es cantar. Sin embargo, durante las audiciones a ciegas la emoción y los nervios pudieron más y estalló en lágrimas, sin poder terminar su canción. Esto dispara la pregunta sobre si es necesario exponer a niños tan pequeños a esa montaña rusa de sensaciones que implica actuar delante de tanta gente y en televisión.
La pequeña Cahaya Lovisa se reveló como una niña prodigio: artista y políglota. Habla castellano, catalán, sueco, indonesio e inglés. En cuanto a sus talentos, le gusta utilizar el hemisferio derecho de su cerebro: canta, baila, desfila y se toma fotos. Sin embargo, parece que no estaba preparada para la inmensa explosión de emociones que significó para ella cantar en el escenario de La Voz Kids delante de cientos de personas en vivo mientras miles la miraban a través de la pantalla. Por supuesto que no, pues tiene 7 años.
¿Es necesario colocar a un niño en el centro de la escena, bajo los reflectores, como en una moderna jaula de los leones? ¿Qué pasa si no resiste la presión? En el caso de Cahaya Lovisa en La Voz Kids tuvimos un final feliz porque los coaches dieron vuelta sus asientos para celebrar con ella y todo en terminó en risas y abrazos. Pero, ¿qué tal si ninguno pulsaba el botón? Las lágrimas serían de drama, de trauma, de expectativas defraudadas. Un golpe durísimo a las ilusiones que llevaría años poder superar.
Es entendible que para los padres de un niño suene tentador tener a un hijo artista. Pero puede serlo de muchísimas otras formas, sin que esté expuesto solo sobre un escenario como ocurre en La Voz Kids. Más adelante, cuando su personalidad tenga cimientos más sólidos, no hay problema. Pero mientras tanto, el formato de competencia, de ganar y perder, de quedar fuera, puede arruinar la autoestima de un niño e incluso echar por la borda sus deseos de ser artista.
¿Cuándo pensarán en esto los productores de los programas, que permiten concursar a niños tan pequeños? ¿Y los padres? Hay edades para todo, y en algunos casos, es mejor esperar un poco.