En el programa de hoy de Pasapalabra se produjo un hecho que podríamos calificar como histórico. Pablo Díaz, en su afán por coronarse campeón, realizó una maniobra que nadie esperaba y que dejó sin aliento al público, a Roberto Leal y hasta al mismo Javier Dávila, que tuvo que resignarse y ver cómo se le escapaba la victoria de entre sus manos.
El Rosco había empezado de una manera atípica. Javier demostraba el mismo nivel de siempre, pero Pablo no podía encontrar ninguna de las respuestas que buscaba, viéndose obligado a pasar una y otra vez. Fue por eso, que cuando terminó la participación del primero, el marcador indicaba un apabullante 22 a 7, que parecía totalmente definitivo.
Sin embargo, Pablo no se resignó y demostró, una vez más, por qué lleva tanto tiempo en el programa, despachándose con una impresionante racha de 16 respuestas correctas de manera consecutiva, lo que no solamente le dio el juego (23 a 22), sino que también despertó la ovación del estudio. Fueron tantos los aplausos, que el propio Roberto Leal tuvo que pedir que se apaciguaran ya que no lo dejaban escuchar al participante.
Lamentablemente, más allá de lo destacable de su actuación, Pablo no logró hacerse con el premio mayor, quedando solo a dos palabras de conseguirlo. Si bien su reacción demostró que no estaba nada contento por haber fallado, terminó sonriendo cuando se dio cuenta de lo que había conseguido. Mañana tendrá la oportunidad de ir a por el 1,695,000 euros.