Hace ya bastante rato que la polémica revuela sobre Disney y sus más conocidos y aclamados clásicos. El año pasado, la plataforma de streaming Disney + colocó una pantalla de advertencia al comienzo de películas animadas como Peter Pan, Dumbo o Los Aristogatos, con el objetivo de alertar a los televidentes (jóvenes y adultos) acerca del potencial contenido racista que contenían dichas producciones. Contenido que, dicho sea de paso, pasó inadvertido hasta el presente.
En el caso de Dumbo, por ejemplo, según informaron varios medios, “no estaba recomendada para niños menores de siete años por una escena donde los cuervos rinden homenaje a los espectáculos racistas de los 'juglares' donde los artistas de cara blanca pintada de negro ridiculizaban a los esclavos africanos en las plantaciones del sur". En cuanto a Los Aristogatos, “llevan la advertencia porque muestran a un gato con cara amarilla tocando el piano con palos para comer” como los que se utilizan en ciertos países asiáticos.
Quien se suma ahora a la polémica es Blancanieves. Sucede que luego de permanecer cerrado durante un largo periodo de tiempo, como consecuencia del coronavirus, el parque temático de Disney en California reabrió sus puertas con ciertas modificaciones. Uno de esos cambios se llevó a cabo en el paseo de Blancanieves para que los visitantes pudieran transitar a través de las icónicas escenografías e la película.
Ese recorrido, antes de ser remodelado, finalizaba con la muerte de la Reina Malvada, pero ahora termina con el beso del príncipe que trae a la vida nuevamente a la heroína de la historia, quien estaba en un letargo indefinido tras haber mordido una manzana envenenada.
Dos periodistas de SFGate, un medio estadounidense, recorrieron las nuevas instalaciones de Disney y al toparse con dicha escena pusieron el grito en el cielo y lanzaron una nota en la que establecían que el beso que el príncipe le da a Blancanieves para despertarla “no fue consensado” ya que ella estaba dormida.
"No puede ser un beso de amor verdadero si solo una persona, en este caso el príncipe, sabe lo que está pasando", fue la idea que expresaron dichos periodistas en la edición digital del medio. "¿Estamos de acuerdo en que el tema del consenso en los primeros filmes de Disney es un aspecto problemático? ¿Y que enseñar a los niños que besar a una persona, si ambos no están de acuerdo, no está bien?", cuestionaron para incitar la reflexión en sus lectores.
La opinión de los periodistas abrió el debate en las redes sociales: mientras que algunas personas acordaban con el análisis de los profesionales, otros se pusieron en contra "por haber sucumbido a una versión 'talibán' de lo políticamente correcto". "Blancanieves estaría todavía dormida si escuchamos a estos locos de la izquierda que quieren borrar la cultura", argumentaron quienes no concordaban con la idea de los periodistas.
Una reflexión sobre el tema
Blancanieves, como otros de los clásicos de Disney que han sido censurados en el último tiempo, son historias que datan del siglo XVII y eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de cuestionar los acontecimientos que allí suceden porque es muy poco probable que tengan coherencia con las ideas y valores del mundo actual.
La necesidad de aplicar la cultura de la cancelación a cuanto discurso exista es peligrosa. Tan peligrosa como las dictaduras y regímenes fascistas que tuvieron lugar en diversas partes del mundo, y aquí, en España. La ficción es ficción, la fantasía es eso, fantasía. Por ende, aprendamos a darle la importancia y el lugar que cada cosa merece y dejemos “la cancelación” para temas más importantes.