Seis años, siete temporadas, 1483 capítulos e infinidad de historias, han pasado desde que “Acacias 38” apareció tímidamente en la tarde La 1, aquel 15 de abril del 2015. Su principio fue un tanto turbulento, con dos cambios de horario incluidos, pero hoy, después de ver su final, podemos decir que se despide como un gran éxito, que ha sabido trascender las fronteras y que dejará un vacío en millones de fanáticos y fanáticas alrededor del mundo.
El episodio comenzó con una gran revelación, cuando Hortensia le contó a Pascual que tuvo su hija siendo una madre soltera. La joven temía ser repudiada, pero sus miedos se terminaron rápidamente, porque el propio Sacristán le demostró todo su amor y le dio un anillo de compromiso, mientras le decía que quería pasar el resto de su vida con ella. Después, ambos se fundieron en un beso, ante la mirada de la familia.
Más tarde pudimos ver a Fabiana y Servando regresando tras su lujoso viaje, con las maletas cargadas de regalos para sus amigos, a Lolita dándole una oportunidad a Fidel y a Bellita recibiendo la Medalla al Mérito Artístico, como reconocimiento por su carrera.
Luego llegó el turno de cerrar la historia de Rosina, que vivió tres momentos importantes. El primero de ellos fue cuando Casilda le informó que iba a dejar de servirle, para poder montar su propio negocio. El segundo, cuando Susana y Armando le propusieron formar una empresa exportadora de aceite, algo que parece garantizar que va a tener un futuro exitoso. Y, por último, y más importante, cuando Leonor, su hija, regresó después de muchos años, dispuesta a quedarse en la casa.
Parecía que el final iba a ser totalmente feliz, y que después de tanto sufrimiento y conflicto, por fin iba a llegar la paz. Sin embargo, los guionistas tenían un girito más, que seguramente aceleró el corazón de quienes lo estaban mirando en vivo.
Es que ya sobre el cierre, se produjo otro regreso: el de Aurelio, que había fingido su muerte, poniéndole su anillo a otra persona. Cegado por el odio, fue hasta la casa de Genoveva, a quien disparó sin piedad. Segundos después apareció Marcelo y logró acabar con el intruso, pero fue demasiado tarde.
Con esta última muerte, y con Gabriela convirtiéndose en la heredera de la fortuna de Salmerón, se despidió Acacias 38. Seguramente pasarán muchos años, hasta que otra novela logre lo mismo que esta, que quedará para siempre en el corazón de sus espectadores y en la historia grande de la Televisión española.