Tras la salida de Viva la vida del colaborador Diego Arrabal, luego de diez años de ser parte del programa, Emma García comenzó el programa con un misterioso nuevo miembro. Al estilo Mask Singer, el hombre apareció en el plató disfrazado con una gran máscara veneciana, tras varias pistas, se reveló que era Enrique del Pozo, una figura famosa de los años 90 y los 2000, que hace mucho tiempo no estaba en televisión.
El actor participó en programas con María Teresa Campos y Carmen Borrego, por lo que les guarda un gran cariño. Estuvo varios años fuera del aire y ha vuelto con muchas ganas de hablar. Cuando fue consultado por el motivo de su larga ausencia, no dudó en culpar a Antonio David Flores, las polémicas para el exmarido de Rocío Carrasco no terminan. "Me fui porque tuve una gran depresión por culpa de Antonio David Flores, él fue el mafioso cómplice de una revista que cada vez que mi madre salía a un quiosco... decía que yo junto con otra persona era corrupto y me acostaba con niños. Yo entré en una depresión”, confesó.
Además, si bien se puso del lado de la hija de La más grande, durante su presentación en el programa le reprochó no haber mencionado en el documental la ayuda que él le brindó a su madre durante muchos años. "Yo estoy un poco decepcionado con Rocío Carrasco porque cuando alguien te defiende gratis, su madre me llamaba para darme las gracias, yo no he recibido nunca una llamada de Rocío, no he visto una palabra de reconocerme en el documental. He estado ocho años sacrificado e insultado", declaró.
En redes sociales, como es costumbre con el universo de Carrasco, las aguas están divididas. Hay quienes lo ven como una estrategia de la presentadora para avivar la mala imagen de su exmarido y otros están felices porque “más verdades saldrán a la luz”. La realidad es que Viva la vida tiene una gran bomba de nuevo colaborador y se asegura tardes con contenido picante. Si los espectadores recuerdan, Enrique del Pozo fue quien protagonizó un gesto de golpe hacia Antonio David en Crónicas marcianas.