Cada vez es más frecuente que los mitos y tabúes alrededor del sexo vayan siendo desterrados. Se sabe que la experiencia no hace más o menos sabia a una persona, y es que lo importante está en cuánto sabe sobre la sexualidad y no cuántas veces haya tenido sexo ni la cantidad de personas.
En una nota para el periódico el país, la sexóloga Nuria Jorba, asegura: “Quizás una persona solo ha tenido una pareja, pero ha experimentado mucho. En cambio, otra ha tenido muchas parejas, pero ha podido profundizar poco en la sexualidad”. Lo que suele suceder es que la falta de confianza deriva en la falta de comunicación, y cómo explica Jorba “ nadie le comenta que eso no le gusta y sigue creyendo que lo hace todo bien”.
Ya es tiempo de derribar la creencia de que la cantidad es mejor que la calidad. Algo que sigue ocurriendo es que se pregunta por las veces y la duración de las relaciones, y no se da importancia a si estuvo bien, si hubo respeto e incluso si la persona se sintió cómoda. La falta de información genera que haya malos entendidos, problemas a la hora de concretar, y miedo a hacerlo mal.
La solución no es acudir a alguien que haya tenido mucho sexo, sino a un profesional que tenga las herramientas suficientes para poder responder a las dudas. “ Lo que nos ayudaría es el conocer los cuerpos, el saber cómo funciona la sexualidad y, sobre todo, a aprender las habilidades sexuales, es decir, conocer el cuerpo del otro, saber empatizar con las necesidades, saber hablar del tema con naturalidad”, apunta Jorba.
Y es que se trata de conocer el cuerpo de uno mismo para pedir lo que uno quiere y sin temor. Durante mucho tiempo se ha enseñado a las personas a no quererse y a compararse con el prójimo, pero lo importante en la sexualidad no es sorprender al resto de las personas en una charla sino poder satisfacer las propias necesidades que generan placer.